Aunque un perfil recortado en
cartulina no facilitaría demasiado la identificación del personaje, como es la
intención del Mago Asín Ortifus en la viñeta del 30 de junio, no parece
demasiada descabellada la idea de recortar o limitar el dinero de los
contribuyentes destinado a hacer costosos retratos oficiales. Sea una cuestión
de costumbre, reconocimiento, cortesía o vanidad, con una buena fotografía
podría quedar cubierto cualesquiera de los objetivos, además de guardar mayor
sintonía con las declaraciones políticas que hablan de moderación y las medidas
que pintan cuadros sociales de austeridad. Es algo que aportaría cierta
dosis de coherencia y ejemplaridad.