domingo, 26 de octubre de 2008

Excrementos y micciones de perros

El Comercio Digital > Participación

Con elevada probabilidad, esta queja y demanda tendrá escaso eco entre los ciudadanos/as a los que va dirigida, pero, si no hacemos un llamamiento al sentido común, percibo que corremos el riesgo de instaurar como derechos naturales y legítimos ciertos comportamientos que demuestran un nulo respeto hacia las personas que vivimos y visitan Gijón, así como de asumir el coste económico ocasionado como consecuencia de la corrosión causada en los bienes públicos y privados, como el tratamiento hacia una enfermedad social en estado crónico.Tenemos que andar o pasear por aceras y parques de la ciudad llevando la mirada atenta al suelo tratando de evitar el encontronazo con una de las innumerables 'minas' dejadas intencionadamente por los dueños de los perros; debemos de respirar los intensos aromas desprendidos por el perfume que riega las esquinas, recodos, farolas, entradas a tiendas y portales…; la herrumbre y las oscuras manchas pintadas en el suelo por las reiteradas micciones, se extienden a lo largo y ancho de la ciudad como parte indisoluble del paisaje urbano; en fin, sencillamente, es lamentable el desprecio por la higiene y el deterioro de la imagen y atractivo de nuestra ciudad como consecuencia de la carencia de conductas cívicas y respetuosas. ¡Por favor!, sé inteligente, ¿por qué apoyas o participas desinteresadamente en actos, celebraciones y demás acontecimientos que promocionan y realzan la figura de Gijón, y, a su vez, contribuyes al menoscabo de la misma al no hacerte responsable de tus deberes?, ¿por qué querías ver al Sporting en primera división, para que acudan a la ciudad más personas que puedan contemplar tu obra? Deberías de hacer una reflexión, pensar que has entrado en un camino con retorno. Es sencillo: sólo tienes que pensar un poco en los demás y no anteponer los derechos de tu mascota a los de las personas.