Hoy>Opinión>cartas del lector
Escuchando un programa de radio, me llamó la atención la argumentación
expuesta por una representante de un partido político que, desde una posición
favorable a la continuidad del euro, señalaba que la desaparición de la moneda
europea significaría un enorme paso atrás, pues menudo trastorno sería tener
que volver a cambiar el dinero a la hora de viajar a otros países. Hasta
el momento y, al menos en el entorno en el que me muevo, no se respira un
ambiente cargado de rechazo hacia el euro ni soplan vientos deseosos de volver
a recuperar la peseta (la mayor parte de los menores de edad ni la conocieron),
es una cuestión ausente tanto en la agenda de inquietudes como en las
conversaciones de la gente. Sin embargo, lo que sí parece estar generando
desvelo y preocupación social, son las dificultades derivadas de la escasez de
euros en el bolsillo a la hora de pagar las facturas e ir a las tiendas y
supermercados del barrio, y eso crea bastantes más incomodidades y problemas
que los cambios de moneda en el caso de cruzar la frontera. En política,
cuando hay poca sintonía aumenta la desafección.