Tener que hacer uso de la mascarilla estando solo o
al cruzarse con otras personas no convivientes en el campo y la playa, aun
manteniendo una distancia de seguridad suficiente que impida cualquier
posibilidad de transmisión del coronavirus, tal como se llegó a plantear hace
poca más de dos meses por parte de las autoridades sanitarias, viene a ser como
utilizar un arnés anticaídas estando sentado cómodamente en el sofá.
Afortunadamente, el sentido común puso fin a una medida que parecía más
efectista que efectiva ¿Qué riesgo existe de contagio al estar pescando en el
mar o el río sin mascarilla y sin nadie al lado? En una situación similar la
atención debe estar puesta en aspecto como evitar tropiezos y resbalones que te
hagan caer sobre las rocas o al agua, en no pincharse con un anzuelo o en no
cortarse con la navaja de preparar el cebo, y no en preocuparse por el riesgo
de contagiar o ser contagiado.
Debería ponerse especial cuidado en procurar que la
información transmitida y las acciones puestas en marcha no generen entre la
población más confusión y distancia que confianza y compresión.