viernes, 29 de enero de 2010

Capacitación, honestidad y responsabilidad en el ejercicio de la política

Diario Público>Opinión>cartas del lector

Ateniéndose a estudios e informes realizados por organismos públicos y privados sobre la contribución de la inmigración en el incremento de la riqueza de España, no se entiende por qué existen discursos políticos que, indiscriminadamente, relacionan este fenómeno con la merma de la capacidad del Estado para continuar ofreciendo servicios y prestaciones dirigidos a mantener e incrementar la calidad de vida de los ciudadanos.
Que pueda haber localidades en las que, debido a la adversa coyuntura económica, surjan problemas para atender las demandas de una población que sobrepasa sus posibilidades no justifica que se desconozcan o tergiversen unos datos que ponen de manifiesto la necesidad que tenemos de los inmigrantes para sustentar el sistema público de pensiones y nutrir o dinamizar la economía de la nación.
Los políticos cobran para trabajar a favor de la paz, la justicia, el progreso, el bienestar… y no para crear dificultades, escandalosas desigualdades ni sembrar hostilidades… Por ello, es necesario capacitación, honestidad y responsabilidad, pues el problema no es la inmigración, sino el descontrol o mala administración de la misma. Y, por supuesto, para que millones de personas no se vean obligadas a abandonar su tierra y a sus seres queridos, las soluciones son bien conocidas.

miércoles, 27 de enero de 2010

Una imagen distorsionada

Lne.es » Cartas de los lectores

Desde la distancia y con las necesidades básicas cubiertas las noticias o reportajes que desvelan los brotes extra de crueldad y violencia manifestados en Haití tras el caos originado por el terremoto, pueden deformar o distorsionar la imagen de un pueblo que está en inmerso en el dolor y la desesperación, en una situación extrema. Y ello, puede hacernos pensar que su idiosincrasia o realidad cultural no les capacita para respetar las reglas de una democracia, para desarrollar una sociedad que defienda la justicia social, los derechos fundamentales..., en definitiva, generar dudas o reservas respecto a su voluntad y preparación para forjar un futuro de paz y progreso.
Sería erróneo e injusto extender el barniz de la irracionalidad sobre toda una nación, pues un incremento de los comportamientos rechazables es inevitable en unas condiciones tan duras y adversas. Desgraciadamente, cuando el hambre, el sufrimiento o el miedo hacen acto de presencia, la ética y la razón tienden a perder fuerza.
Sin duda, los ciudadanos de Haití no tienen instintivos más bajos ni albergan peores sentimientos que nosotros. Me vienen a la cabeza lamentables imágenes protagonizadas por algunos adultos presentes en los actos de fin de curso de los niños/as, lanzándose hacia las mesas donde estaba la comida, obstruyendo el paso a los niños/as, y uno piensa: ¿cómo actuarían esos vecinos en un escenario de necesidad?

martes, 26 de enero de 2010

El pueblo Haitiano

La Vanguardia Digital>cartas del lector

Desgraciadamente, la calidad de vida del pueblo Haitiano, así como la de otras naciones, no es una cuestión marcada en 'fosforito' en la agenda de los poderes mundiales que ahora enarbolan la bandera de la preocupación, solidaridad y empatía con este país; pero la dinámica de la movilización emprendida por las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los ciudadanos anónimos genera una inercia que no puede ser ignorada por los gobiernos.
¿Acaso podrían mantenerse indiferentes ante semejante catástrofe, mientras los países desembolsan billones de euros para rescatar a los bancos?; sería un escándalo inaceptable. Sin embargo, parece que los ciudadanos de Haití reclaman más colaboración civil y ayuda humanitaria, y menos soldados.

domingo, 24 de enero de 2010

Poco elegante

La Vanguardia>Opinión>edición impresa

En cualquier controversia los argumentos enfrentados pueden ser expuestos con más o menos sentido común, coherencia o apasionamiento, y la surgida alrededor de los derechos de autor no iba a ser una excepción. Tras leer o escuchar las declaraciones u opiniones que son manifestadas desde una y otra parte, es posible que uno resuelva o clarifique cuestiones que ofrecen ciertas dudas a la hora de tomar posición o partido; sin embargo, cuando en la composición de los criterios se añaden aditivos como el insulto o la falacia, el producto intelectual queda contaminado, aunque pueda procurar cierta dosis de regocijo a los fieles e incondicionales. La verdad, no es muy pedagógico, elegante o plausible que personas vinculadas al mundo de la cultura acudan al descrédito personal para rebatir ideas de otros colegas o ciudadanos.

sábado, 23 de enero de 2010

Muchas empresas siguen repitiendo esquemas rancios

Diario Público>Opinión>cartas del lector

“A usted no se le paga por pensar” y “hay que atar la burra donde manda el amo” son frases que, básicamente, están circunscritas al ámbito laboral, donde la autoridad jerárquica puede ser ejercida con desdén e ignorancia y la frontera de las competencias ser infranqueable.
Desgraciadamente, aún existe un elevado número de empresas en las que ciertos aspectos de la organización del trabajo como, por ejemplo, el estilo de mando, la promoción profesional, la participación o la iniciativa distan mucho de lo que es un funcionamiento democrático y optan por reproducir rancios limitadores esquemas. ¿Acaso pueden ser productivas y competitivas a medio o largo plazo las compañías que infravaloran y cercenan las capacidades de sus plantillas e, incluso, penalizan a las personas que, bajo el ánimo o propósito de mejorar los procesos, realizan críticas o propuestas constructivas?
Es improbable que el esfuerzo invertido por una empresa en investigación o innovación tecnológica pueda arrojar resultados satisfactorios si se desprecia, desaprovecha o ahoga el compromiso, el talento y las inquietudes profesionales de todos los trabajadores.

viernes, 15 de enero de 2010

Gracias a los anónimos trabajadores

Diario Público>Opinión>cartas del lector

Con las adversidades climatológicas de los últimos días, en los que la presencia de nieve, hielo y lluvia ha sido causa de cuantiosas perturbaciones, perjuicios o problemas a lo largo y ancho de la geografía española, un buen número de personas que trabajan en diferentes sectores públicos y privados desarrollando actividades vinculadas a la prevención, mantenimiento, reparación o atención de emergencias han hecho posible que los servicios básicos funcionaran con la mayor normalidad posible, que el número de ciudadanos afectados por las contingencias se viera reducido o que la parte de la población directamente dañada fuera auxiliada. Es de agradecer la dedicación y el esfuerzo de estos anónimos trabajadores.

lunes, 11 de enero de 2010

Una televisión pública de calidad

ELPAIS.com > Opinión>edición impresa

Afortunadamente, después de un largo periodo -no recuerdo cuántos años- de exilio voluntario he vuelto a contemplar y saborear algo que ya había dado por perdido: ver una película en un canal televisivo en abierto.
En principio, la decisión de la televisión pública de abolir las frecuentes y prolongadas sesiones de "tortura publicitaria" parece una medida acertada para seducir a los ciudadanos que no obtienen placer alguno sometiéndose a las mismas.
Esperemos que esta medida vaya acompañada de una apuesta por un contenido más higiénico, pues un servicio público de tal calado e influencia social no debe ser utilizado para promocionar o establecer patrones de conducta irrespetuosos, deshonestos, parasitarios o con tendencia a desplazar u obviar los derechos y valores humanos.
¿Qué ocurre en la mente de los menores cuando la pedagogía recibida en los centros educativos es antagónica con la captada a través de las pantallas? ¿No deben ir en la misma dirección? En ciertos aspectos educativos como, por ejemplo, el respeto a la mujer, la ambigüedad puede ser un arma letal.

jueves, 7 de enero de 2010

Las nuevas medidas de seguridad en los aeropuertos

Diario Público>>Opinión>>cartas del lector

Las nuevas medidas de seguridad en los aeropuertosHace unos meses, varios ayuntamientos decidían prohibir y sancionar la práctica del nudismo en las playas de sus costas e, incluso, caminar por las calles con el torso desnudo, pues consideraron que tales comportamientos pueden ser causa de alteración de la salud pública o social.
Ahora, en los aeropuertos, parece que no habrá ningún problema en mostrarse desnudo; aunque, eso sí, en pantalla y con un público limitado: las personas que controlan el escáner.
Por supuesto, la gravedad de las causas que motivan estas medidas antes de que los pasajeros se suban a un avión no invita al humor, sino a una seria reflexión: ¿qué se está haciendo mal para que la crispación y los actos cargados de violencia y terror se multipliquen y extiendan por todo el mundo? ¿A quién interesa continuar con esta infame dinámica?
Sin duda, las respuestas dependerán del color del cristal con el que se mire. Sin embargo, los sentimientos y deseos de los pueblos no albergan incertidumbre alguna: vivir en paz y tranquilos.

martes, 5 de enero de 2010

¿Inmunidad para la tele?

La Vanguardia>el lector expone>edición impresa>

"Seguro que la Generalitat tiene problemas más serios de los que ocuparse". Que una televisión responda de esta manera a la Generalitat de Catalunya tras haberle pedido la suspensión de un reality protagonizado por niños, al estimar que pone en peligro el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen de los menores, ¿no es motivo de reflexión? Es de suponer que el programa cumple con la legislación, pues en caso contrario no se permitiría su emisión. O sea que, si desde el ámbito político no se crean las normas pertinentes para regular los contenidos televisivos, continuarán existiendo este tipo de conflictos o divergencias. Por otro lado, ¿cuál es el grado de inmunidad social del que gozan las cadenas para mantener esa actitud que denota desafío hacia las demandas de los representantes de los ciudadanos?
Alejandro Prieto Orviz

Respuesta:
Las reacciones contrarias a 'Dejadnos solos' han coincidido en denunciar tanto la utilización de los menores como espectáculo televisivo y la posible conculcación de sus derechos, como los valores que vehicula y su probable efecto negativo en el comportamiento de otros menores espectadores. Sí parece claro, al menos, que el programa no fomenta la adecuada interacción familiar o las relaciones intergeneracionales, incidiendo en el peterpanismo de un mundo sin adultos (o con adultos como meras referencias negativas, autoritarias o patéticas) tan propio de los productos televisivos actuales. En todo caso, y vistos los pobres resultados de audiencia obtenidos por el programa en su primera entrega, quizás la polémica sea aprovechada por los programadores como un balón de oxígeno para segundas oportunidades.
Alejandro Perales. Presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación

lunes, 4 de enero de 2010

Pasos de gigante

La Vanguardia>Opinión>edición impresa
Diario Público>>Opinión>cartas del lector>06/01/10


"No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos". Esta reflexión atribuida a Albert Einstein va a tener que ser puesta en práctica por las personas o instituciones que perciben la homosexualidad como una amenaza o anomalía individual y social que debe ser atajada con la exclusión o represión, pues se vislumbra que el siglo XXI dejará una huella indeleble en el mapa de la tolerancia hacia la diversidad sexual.
Las preferencias y deseos sexuales de hombres y mujeres pueden ser objeto de marginación, desarraigo u hostigamiento por parte de las leyes o costumbres culturales, pero la realidad histórica ha puesto de manifiesto que no pueden anularse o extinguirse. Si la legalización, reconocimiento o ampliación de los derechos de la homosexualidad es un hecho que se extiende por Europa, África,Asia, Australia, Norteamérica y Sudamérica de manera progresiva, ¿por qué continuar obstinándose en mantener posturas limitadoras e intransigentes hacia los sentimientos de amor del prójimo?
Ni está en peligro la especie (vean la evolución demográfica actual) ni se puede decir que los protagonistas de guerras y dictaduras tengan como vínculo común ser homosexuales.