El bienestar de la sociedad no es fruto del azar, sino de la política

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No puede ser fruto del azar, clima o latitud que los Países Bajos y nórdicos estén en la zona alta del listado que mide el bienestar mundial, o destaquen por el bajo o moderado nivel de corrupción institucional percibida por sus ciudadanos.

Y ello a pesar del peso específico que los poderes públicos tienen en la sociedad; esos tan denostados por los defensores de reducir al mínimo exponente la intervención del Estado en la educación, sanidad, protección social y mercado laboral. Modelos con resultados tan destacables o relevantes para el interés general.

Hay algo más

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Diario Público>>Opinión>>cartas del lector> 5/12/09

La comisaria europea de Sociedad de la Información critica los elevados precios de conexión a Internet existentes en España, evidenciando la discriminación que sufrimos los ciudadanos respecto a la mayor parte de nuestros vecinos europeos. Si la utilización y familiarización con tecnologías de la información y comunicación es un factor de suma importancia para estimular el progreso y desarrollo social, ¿por qué las operadoras no bajan los precios (y más en este adverso momento) para facilitar el acceso de los ciudadanos a la Red? Mejorar la calidad de vida de la población no se reduce a demandar o recomendar la contención salarial de los trabajadores.

Las noticias dependen...

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Del alud de noticias sobre el Alakrana me llama poderosamente la atención la somera información acerca de los 20 tripulantes extranjeros que también sufrieron las penalidades del secuestro. Aparte de la referencia a la cifra y, en ocasiones, a su nacionalidad, ¿qué sabemos de esas personas? Desconocemos si sus gobiernos han estado atentos o involucrados en la solución del problema, si sus familiares han tenido algún tipo de ayuda o siquiera si alguien les facilitará la oportunidad de regresar a casa.

¿Habría sido igual el tratamiento en caso de ser ciudadanos europeos? Desgraciadamente, preocupación o indiferencia es una cuestión que depende de la clase social o la procedencia.

Hay sentencias judiciales que desconciertan a los ciudadanos

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Puesto que los aspectos valorados a la hora de tomar una decisión judicial son variados y las leyes interpretables, las resoluciones pueden arrojar una carga de desconcierto importante. Es la sensación experimentada tras conocer el caso de un matrimonio de Barcelona que continúa pagando el alquiler del piso (propiedad de la Generalitat y gestionado por el Ayuntamiento) a pesar de no vivir en el mismo desde hace 16 meses, cuando fue ocupado de manera ilegal por una pareja aprovechando la ausencia de los inquilinos en unas vacaciones.

El motivo esgrimido para aceptar esta situación es la carencia de recursos de los invitados para hallar otra morada, es decir, una resolución que rezuma generosidad y empatía. ¿Esto no es alterar la esencia del razonamiento y el sentido común? O sea, para vestir a un santo se desnuda a otro, y encima el último sigue pagando la ropa. Si la sentencia está condicionada por nobles sentimientos, ¿no sería más sensato o ajustado ofrecerles una de las múltiples viviendas vacías que posea una inmobiliaria o un millonario?

Sólo por dinero

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“ Quien no tiene dinero para música, pues que no ponga música”. Así de claro, sin eufemismos ni hipócritas florituras. Según leo en la prensa, esta idea fue expresada recientemente por un directivo de la Sociedad General de Autores (SGAE) para justificar uno de sus principales objetivos: velar por los derechos de autor. Altruista, sensible, solidaria, melódica, armónica y rítmica reflexión para seducir oídos en tiempos de crisis.

A este paso, ¿acabaremos pagando un impuesto por deleitar el oído con el canto de las olas, por contemplar una puesta de sol o las figuras dibujadas en el cielo por los estorninos en vuelo?

Menos palabras y más hechos

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Los ciudadanos sabemos perfectamente que no todas las personas dedicadas a la política tienen comportamientos indecentes, deshonestos o delictivos y, sin embargo, el desafecto aumenta, la distancia se incrementa. ¿Quién y qué contribuye a dispersar en la atmósfera pública el contaminante de la desconfianza?
Cuando los partidos políticos dan muestras de ceguera, arbitrariedad o sectarismo ofreciendo tolerancia, apoyo y cobijo a los compañeros que han violado las normas éticas o legales, están creando las condiciones que, indefectiblemente, favorecen o conducen al deterioro del clima político. Por ello, los ingredientes para revitalizar la certidumbre social está en sus manos: asumiendo un inequívoco compromiso con el interés general; ofreciendo más transparencia y sentido de Estado; siendo intransigente con las falacias y prácticas corruptas; restando del salario público los ingresos por actividades privadas o limitando éstos...
La credibilidad de los discursos y buenas palabras han sufrido un menoscabo, y es la hora de los hechos.

Las desigualdades dificultan la lucha contra el cambio clímático

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Las desigualdades dificultan la lucha contra el cambio climático La disparidad en el nivel de desarrollo entre países es un obstáculo en el recorrido hacia el consenso mundial y frente común que, según la comunidad científica, es necesario para no favorecer el cambio climático.

Compleja tarea la de convencer a los millones de habitantes con baja calidad de vida para que renuncien al nivel de progreso social alcanzado por quienes ahora les solicitan contención y responsabilidad, mientras que, sin disimulo, se refuerzan las fronteras para contener los movimientos migratorios de los que tratan de saborear la miel del panal de bienestar y riqueza.

Indudablemente, los efectos son transfronterizos y se ceban con los más débiles, por lo que nadie debería mantenerse ajeno al compromiso.Pero ¿quién tiene que prestar mayor colaboración y dar ejemplo a través de los hechos?

Si la atmósfera existente en la vertical de las fronteras fuese estanca e intransferible, ¿qué grado de contaminación y toxicidad tendría cada país? ¿Sería posible la vida en los territorios más industrializados?

Políticas sociales

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Cuando el Ayuntamiento de Gijón apostó por impulsar y poner en práctica políticas de erradicación del chabolismo y planes de empleo local destinados a personas con mayores dificultades para acceder al mercado laboral, hubo críticas y dudas sociales en distintas direcciones que, aunque mantenidas hasta nuestros días, se han visto reducidas por los resultados. Cuestiones tales como, ¿por qué existía discriminación positiva para conceder viviendas sociales a ciertos colectivos?, ¿sería posible la convivencia entre familias de distintas etnias?, ¿los empleos creados eran rentables, productivos, eficientes?, ¿se despilfarraba el dinero público?... Hoy en día no existen guetos intransitables en la ciudad, la integración social no ha dejado huellas dramáticas y la seguridad ciudadana es aceptable. Las políticas se distinguen por sus efectos y sensibilidades.

Bombardeo publicitario

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La Asociación Española de Anunciantes (AEA) muestra su inquietud porque, según indican, si no se introducen cambios en el proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual, las cadenas podrían llegar a introducir hasta 29 minutos de publicidad en sus distintas modalidades (anuncios, autopromoción, telepromoción) por cada hora de emisión, y ello podría mermar la eficacia y capacidad de persuasión o seducción de los anuncios, pues el empacho provoca alejamiento o rechazo. Siendo ajeno a los intereses de los anunciantes, comparto la petición de la AEA para que se limite a 12 minutos (para el telespectador o consumidor, cuanto menos mejor) el tiempo máximo de exposición al bombardeo publicitario; precisamente, es la causa por la que desde hace años ni veo ni tengo interés alguno en ver películas en la televisión. Y, además de que los excesos provocan o son motivo de divorcio, ¿qué porcentaje del precio final de los productos corresponde a los reclamos no solicitados?

¿Sencillo o complejo?

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Si nos atenemos a los informes de Naciones Unidas sobre la calidad de vida y la evolución de la población mundial, puede apreciarse que países en desarrollo y ubicados en la cola del progreso continuarán encabezando los índices de natalidad e, implícitamente, el número de habitantes experimentará un incremento cercano al 50% en su conjunto.
Paralelamente, las naciones más prosperas tienden a envejecer y perder población, y serán necesarios millones de personas inmigrantes para mantener un crecimiento equilibrado. Sin embargo, las cifras previstas no quedan compensadas, pues la suma de personas nacidas en zonas sumidas en la dificultad será muy superior a la que reciban los territorios con mayor prosperidad.
Entonces, y considerando la dinámica política, económica, social y climática, puede extraerse una conclusión muy básica: existirán más millones de ciudadanos desprotegidos y víctimas de la pobreza y, por tanto, los movimientos migratorios serán imparables. Para prevenir los conflictos o desencuentros sociales de origen cultural o racial es necesario comenzar a educar y concienciar a la población del inevitable y progresivo aumento de la diversidad étnica de nuestra sociedad. Para combatir la extensión de la miseria es imprescindible una mayor distribución de la riqueza. ¿Sencillo, complejo?

Defensa del privilegio

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Que la liga amenace con ir a la huelga porque el gobierno pretenda subir la presión fiscal a los futbolistas extranjeros que ganen más de 600.000 euros, equiparando sus impuestos a los ciudadanos nativos que tienen ingresos similares, tampoco debe causar mucha extrañeza; simplemente, tratan de defender y mantener el privilegio y sus particulares intereses.
Mayor sorpresa causaría que el resto de cotizantes criticaran o se enojaran por aplicar la sensatez y eliminar las diferencias.
¿Y, qué ocurre si se descubre que se estimula más la economía del País si los millones recaudados en las taquillas de los campos se gastan en otras actividades o artículos?

Tonto el último

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Menudo valor adquieren las palabras en función de la fuente de origen. Una conferencia de hora y media impartida por un ex presidente de Gobierno puede reportar a su autor una cifra que sobrepasa los 200.000 euros; alto coste el de los medicamentos compuestos a base de ideas u opiniones, y armónica manera de divulgar cómo avanzar en la construcción de un mundo más justo y solidario. Aunque, para el trabajo duro ¿no están las ONG?