Una vez conocido que el uso generalizado de las mascarillas de
protección respiratoria por parte de la población, es una medida preventiva
frente al riesgo de contagio por coronavirus que está contribuyendo (junto a
otras como el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social) a una
disminución significativa del número de personas afectadas por otras
enfermedades contagiosas, ¿en qué situación queda el rechazo frontal a su
utilización aludiendo a intereses ajenos a la salud pública y negando su efectividad
como barrera ante la infección? Aunque las mascarillas no sean elementos
confortables ni agradables a la vista, los datos indican que una cosa es sentir
desconfianza y otra tener razón.
jueves, 28 de enero de 2021
Inconfortables pero efectivas
sábado, 23 de enero de 2021
Remar hacia la costa
Después de casi un año con la pandemia a cuestas, y tras observar que
el virus no concede treguas ni hace discriminaciones entre pueblos, ciudades,
provincias y regiones autonómicas atendiendo al color político de los
gobernantes, es lamentable contemplar la obstinación en mantener fórmulas de
fragmentación política punzante frente a un poderoso enemigo común sin
ideología ni propósitos de dominación territorial y económica. Si tal
como escuchamos un día sí y otro también, la vida y los intereses de la ciudadanía
son la mayor prioridad de la agenda política, sobran las actuaciones sin
consistencia y los pulsos estériles. A la hora de hacer frente a los múltiples
y graves problemas derivados de esta crisis, parece más fructífero y honesto
unir fuerzas para remar hacia la costa que entablar trifulcas partidistas
mientras la resaca te lleva mar adentro.
domingo, 17 de enero de 2021
Reflexión y cerrazón
El depósito de sarro en la dentadura no solo puede representar un problema estético, sino que puede dar lugar a caries y enfermedad de las encías. La mejor forma de evitarlo consiste en mantener una buena higiene dental, así como en acudir de forma periódica al dentista. En cambio, contra la acumulación de sarro mental originado por la circulación permanente de información falsa, la proliferación del llamamiento a la erupción de las emociones y la confrontación política emponzoñada que pierde de vista los intereses de la población, y cuyas consecuencias pueden resultar fatales para la salud democrática, parece estarse lejos de ofrecer respuestas adecuadas. Mientras la reflexión elimina barreras facilitando con ello la cohesión, la cerrazón las levanta contribuyendo a la hostilidad.
jueves, 7 de enero de 2021
Confusión democrática
Si no tenemos derecho a saltarnos los semáforos en rojo, a fumar en
espacios públicos cerrados, a comercializar alimentos con la fecha de caducidad
ya rebasada, a dejar los excrementos de las mascotas en las aceras o a verter
residuos tóxicos donde nos apetezca, lo de reivindicar libertad para satisfacer
deseos de diversión o esparcimiento dejando de lado las medidas preventivas de
carácter sanitario implementadas desde las instituciones democráticas para
hacer frente a la pandemia, no parece que vaya a cosechar un cuantioso e
inquebrantable apoyo popular. Por el contrario, cabe la posibilidad de
que las conductas reiteradas de desafío y menosprecio hacia la salud y el
bienestar general, lleguen a originar un clima social favorable al
endurecimiento de las penas.
miércoles, 6 de enero de 2021
Confianza
Me ha llamado la atención leer que la persona con funciones de
dirección en un centro de día del País Vasco, rechaza la administración de la
vacuna contra el coronavirus en las dependencias del mismo porque, en su
opinión, no está acreditado que la vacunación aporte más beneficios que
problemas, y además teniendo presente las dolencias crónicas de un elevado
porcentaje de los usuarios del centro. Visto desde otra perspectiva, también
parece del todo razonable cuestionar la decisión de renunciar a la utilidad de
una herramienta avalada por la comunidad científica debido a valoraciones
propias, y sobre todo tomando en consideración la magnitud de los ya conocidos
riesgos derivados del contagio. En materia de sanidad pública, uno deposita más
confianza en los remedios basados en la investigación y honestidad científica
que en la sospecha de poco peso.