martes, 29 de marzo de 2011

Gastos y guerra

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
Diario Público>Opinión>cartas del lector
El Montañes>Opinión>cartas del lector(30/03/11)
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector(31/03/11)
La Voz de Asturias>Opinión>cartas del lector(04/04/11)

Que el coste económico sea la razón principal esgrimida para estar en desacuerdo con la participación de España en la guerra de Libia es algo que me ha dejado un tanto descolocado. O sea, si el país está en una situación boyante no hay problema en enviar tropas a intervenir en conflictos armados, pero si la cosa está achuchada, mejor se ahorran los euros para otros menesteres. Siendo la guerra una manifestación extrema del triunfo de la sinrazón, no parece muy reflexivo que las dudas, discrepancias o inquietudes centrales al respecto sean los gastos, en vez de cuáles son las actuaciones más acertadas para evitar la propagación del terror, sufrimiento y dolor.
Ojalá que el pueblo libio alcance pronto un alto el fuego definitivo y sea capaz de concentrar sus esfuerzos en intentar dar respuesta a sus problemas y diferencias a través de las palabras y las urnas porque, sin duda, la sangre derramada en la arena del desierto y calles de pueblos y ciudades no es un fertilizante apropiado para fortalecer y mejorar la convivencia y cohesión, pero sí lo es para extender e intensificar el odio y enfrentamiento.

viernes, 25 de marzo de 2011

Efímera y no recuperable

Diario Público>Opinión>cartas del lector
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector

Hasta hace pocos años buena parte de nuestro tiempo libre lo pasábamos en los parques infantiles a los que acudíamos con el objetivo de que nuestra hija se relacionara, corriera y desfogara junto a otros niños, pues siempre creímos que era algo adecuado y conveniente para su desarrollo y felicidad y, además, tenía unos beneficios colaterales apreciables, ya que el cansancio o agotamiento del día incrementaba sustancialmente las posibilidades de tener una noche más tranquila o apacible. Dado que la mayor parte de los hogares disponen de tan útil electrodoméstico como es la lavadora, y que la infancia es efímera y no recuperable, cuesta entender las actitudes que inhiben o limitan el juego y esparcimiento de los pequeños bajo el pretexto de evitar que ensucien la ropa. Salvo en contadas ocasiones, si los niños vuelven a casa hechos un pincel, ¿es un síntoma de haber disfrutado lo suficiente?

domingo, 20 de marzo de 2011

Tanto tienes, tanto vales

El País>Opinión>cartas del lector
La Voz de Asturias>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector(13/04/11)
Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector(14/04/11)

Con el fin de proporcionar o dotar de cierto equilibrio a las reglas del juego que trazan los límites de la caza deportiva, la legislación prohíbe y sanciona el ejercicio de esta práctica cuando existan determinadas condiciones desfavorables para los animales como, por ejemplo, en el caso de incendio o al estar el suelo cubierto de nieve, ya que sus capacidades o posibilidades de defensa sufren una merma importante.
Estos últimos días ha saltado a los medios de comunicación la noticia sobre los controles policiales llevados a cabo en el entorno o interior de los centros de ayuda a las personas más vulnerables económicamente, donde hay una alta presencia de inmigrantes por haber sido golpeados con mayor fuerte por la crisis. En ocasiones, el ser humano parece quedar en una posición de desventaja social frente a los animales. Generalmente, tanto tienes, tanto vales.

Refarfiau

Magazine (La Nueva España)>cartas del lector

"Ahora estáis refarfiaos, como tenéis de todo y no sabéis lo que es pasar necesidades..." No sé cuántas veces escuche salir este reproche de la boca de mis padres cuando, por ejemplo, decía que no me gustaba una comida o me quejaba por estar aburrido mirando a través de la ventana en una fría y lluviosa tarde de invierno. Pues bien, pasados más de treinta años, en ocasiones y como si de un loro se tratara, oigo mi voz repitiendo la vieja cantinela a una adolescente que pone cara de flipada. Ello, quizás responda a una cuestión de inercia educativa o, simplemente, a la toma de conciencia sobre las penurias económicas y la vulneración de los derechos fundamentales que padecen millones de seres humanos en el planeta, pero no a la experiencia personal pues, por fortuna, nunca me he acostado con el estómago vacío y la mayor parte de mi vida ha transcurrido bajo unas condiciones sociales que se parecen muy poco a las que tuvieron nuestros padres y abuelos.
Al leer en el Magazine del 27 de febrero que el diseñador John Galliano nació en Gibraltar en 1960, que sus lugares de residencia han sido básicamente Londres y París y que la colección de modelos presentada en su desfile de fin de curso estaba inspirada en la Revolución Francesa, y tras salir a la luz pública el lamentable suceso que protagonizó recientemente en la capital de Francia y que motivó su despido de la firma Christian Dior, uno se pregunta si este señor estará saturado o cansado (en Asturias, refarfiau) de la libertad y democracia.

Mayores de edad

La Nueva España>Opinión>cartas del lector
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector(23/03/11)
Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector(23/03/11)
El Comercio> Opinión>cartas del lector(28/03/11)

Desde que hemos tenido conocimiento de los problemas surgidos en alguna de las centrales nucleares de Japón como consecuencia del terremoto y posterior tsunami son cuantiosas las opiniones y declaraciones vertidas acerca de la conveniencia o no de iniciar un debate al calor de los hechos, de lo improcedente que resulta poner en duda la bondad de este tipo de instalaciones por un accidente puntual e infrecuente, de la imposibilidad de satisfacer la demanda energética actual de la sociedad sin la producción de este tipo de energía o de la irracionalidad o ignorancia de quienes la rechazan. Pretender que la población pase por alto y no se inquiete ante un accidente de estas características es algo que sorprende. Y más tratándose de un país que no necesita carta de presentación respecto a su potencial económico y tecnológico. Si somos mayores de edad para elegir a las personas que nos representan en el Parlamento, para solicitarnos comprensión y responsabilidad ante el establecimiento de recortes en las prestaciones sociales o para decidir si nuestros hijos acuden a centros educativos públicos, privados o concertados, es de suponer que también lo somos para reflexionar sobre determinados acontecimientos o planes de futuro. ¿No sería más preocupante e impropio que la respuesta del ser más inteligente del planeta fuera la de esconder la cabeza o mirar hacia otro lado como si nada hubiera pasado? Iniciar una deliberación y aprender de los errores cometidos, ¿es negativo?

Con el paso del tiempo

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Cuando era un adolescente veía imágenes de conflictos armados y personas desnutridas en un televisor de 24 pulgadas en blanco y negro, en la juventud semejantes dramas pasaron a ser contemplados en un aparato a color de 28 pulgadas y en la madurez continúo observando las mismas atrocidades y penurias en un receptor de 32 pulgadas con pantalla plana o en un ordenador con conexión a Internet.
Con el paso del tiempo no solo he perdido algo de vista, también se ha ido desinflando la burbuja de ingenuidad creada durante los años de utopía e idealismo, cuando uno pensaba que cultivar la honradez individual y el bienestar colectivo era un objetivo compartido.
¿Es posible mantener la confianza en los frutos de la política internacional cuando ves que allí donde hay carencia de alimentos nunca faltan fusiles, lanzagranadas o carros de combate? Aunque, por supuesto, una cosa es ser consciente de las dificultades que presenta el camino y otra diferente renunciar a seguir trabajando en la construcción de una sociedad mejor. Y además, para coger el testigo con energía e ilusión siempre estará el relevo generacional.

viernes, 18 de marzo de 2011

Los riesgos residen en otras dependencias

Diario Público>Opinión>cartas del lector

Crecimos en el mismo barrio, compartimos aulas, parques, calles y otros espacios comunes. En unos casos hubo más o menos amistad, relación o roce; en otros, simplemente, sabíamos de nuestra existencia. Comenzaron a flirtear con la que prometía diversión y nuevas sensaciones y acabaron en una continua, obsesiva y desesperada carrera exenta de reglas que tenía como único objetivo abandonarse en los brazos de su reina y pesadilla: la heroína. Son tantas las causas o circunstancias personales o sociales que pueden distorsionar la vida de una persona, que no resulta fácil entender los porqués del rechazo vecinal a la ubicación en la zona de instalaciones destinadas a la prestación de servicios que tratan de asesorar, ayudar o cubrir las necesidades básicas de personas sin hogar, en tratamiento por adicciones o en proceso de reintegración social.

El problema fundamental

La Nueva España>Opinión>cartas del lector
Ahora que toca ahorrar gasto energético y viendo que las ideas al respecto brotan como las setas en otoño, un vecino que está en el paro me decía el otro día que, aunque no tiene problema en rebajar la velocidad en la carretera, ya que su economía no le permite tener coche, él tenía algunas ideas y, sobre todo, mucha disposición y entusiasmo para, a la mayor brevedad posible, comenzar a poner en marcha la que considera su idea estrella por el alto grado de eficacia demostrada en el ahorro de energía y lo saludable que resultaba la práctica de la misma. Aunque también indicaba que existían un par de obstáculos a salvar: por un lado, animar a su pareja, pues sin su inestimable y necesaria participación el proyecto quedaría acumulando polvo en un cajón de la mesilla de noche; tendría que convencerla para apagar la calefacción, el televisor y las luces una hora antes de lo acostumbrado y, bajo la romántica luz de una vela, introducirse en la cama para darse calor y placer mutuamente. Por otro, y de mayor envergadura, que las preocupaciones derivadas de la falta de trabajo no le bajaran la libido que hace falta para tales menesteres.
Evidentemente, el incremento del precio de los combustibles no ayuda a nuestra economía, pero el problema fundamental ¿no es la alta tasa de paro y la precaria situación económica que aprieta con intensidad a tantas familias?

jueves, 17 de marzo de 2011

Coser agujeros

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
El Montañes>Opinión>cartas del lector(28/03/11)

Hay autónomos o empresas que son víctimas de quienes aprovechan la legalidad vigente para obtener alta rentabilidad de su cara dura, es decir, de personas o compañías que tienen propensión a olvidarse de pagar las facturas correspondientes a los productos servidos o servicios prestados y que, atesorando recursos a nombre de terceros, gozan de la garantía judicial de ser declarados insolventes. Si el objetivo de las empresas no es la beneficencia, y existen firmas dedicadas al cobro de morosos, es obvio que su actividad es posible porque alcanzan un grado de consecución de resultados aceptables y positivos. Entonces, ¿quiere ello decir que los poderes públicos disponen de menos resortes que una entidad privada para tratar de resolver determinados problemas de impago? ¿Debería revisarse la red de la justicia con el fin de coser los agujeros por donde se escapan las piezas que dan la talla?

lunes, 14 de marzo de 2011

Televisión:mucho y malo

Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector

Hace unos días realicé una visita al dentista. Fui invitado a pasar a una sala de espera donde tres personas dirigían sus miradas hacía la pantalla del televisor en la que, casualmente, estaban los que parecen ser personajes omnipresentes en cierto canal y en la vida de un respetable número de telespectadores. Como además de no encontrar interesante el contenido del programa ni especialmente simpáticos a los susodichos, que en aquellos momentos parecían aplicarse con intensidad a ofrecer un concierto de gritos bastantes molestos, tras saludar a los presentes decidí volver a cerrar la puerta por fuera y, haciendo uso de la confianza labrada a través del tiempo, preferí sentarme en la sala vacía y tranquila de los niños. ¡Menudo descanso!, y no precisamente por tomar asiento.
Afortunadamente existen diferentes canales televisivos aunque, en mi opinión, son escasos los que merecen la pena y, encima, un buen porcentaje de programas con atractivo son emitidos a horas inadecuadas para quienes tienen la buena costumbre o imperiosa necesidad de madrugar. Por ello, hace ya unos cuantos años que dedico muy poco tiempo a ver la televisión.

Sensibilidad

El Comercio>Opinión>cartas del lector

Se acercó al contenedor y, cuando se disponía a dejar cuidadosamente la bolsa de plástico en un lateral exterior del mismo, una señora le llamó la atención desde la ventana de su vivienda advirtiéndole de que estaba prohibido depositar la basura a esas horas del día y que la multa era de 300 euros. De poco sirvió precisar que se trataba de ropa usada para quienes pudieran requerirla y que, en su opinión, con ello no creía ocasionar molestia o daño de ningún tipo al vecindario. Ya que el sermón continuó imitando el movimiento de la noria hasta hacer mella en la buena voluntad de la chica, ésta acabó arrojando la bolsa en el interior del recipiente de los residuos orgánicos. ¿Tan incívico e inmoral resulta alterar momentáneamente la estética de la calle con acciones que tratan de suavizar los efectos causados por la antiestética social de la precariedad económica que atenaza a otros seres humanos? Sin duda, debemos mantener una colaboración activa en la limpieza y cuidado de nuestro entorno, aunque sin barrer la sensibilidad y empatía ni manchar la conciencia.

lunes, 7 de marzo de 2011

Codicia y sed de poder

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Ahora que los poderes políticos y económicos han comenzado a considerar y tomar conciencia de que el cuidado y la protección de los ecosistemas es una prioridad insoslayable para que nuestra especie continúe dando la lata por el planeta, se están adoptando medidas y acuerdos que, a pesar de verse limitados y condicionados por la complejidad que entraña construir el puzle formado por los múltiples intereses de las naciones con más peso y decisión mundial, parecen tener la intención de corregir o, al menos, disminuir las actividades de las que se derivan daños graves e irreversibles para el medio ambiente. Pero, ¿y cuándo ponerse manos a la obra con la imprescindible y apremiante tarea internacional de procurar un medio ambiente social más humanizado? Si el incremento de los precios de los alimentos el año pasado condujo a 44 millones de personas más en el mundo a padecer las condiciones de la extrema pobreza, ¿no es señal o motivo suficiente para tomárselo en serio? Extender el malestar entre la población debido a un profundo e injustificable desequilibrio en la distribución de los recursos existentes tiene el riesgo de superar los límites de elasticidad o resistencia de la ciudadanía, y acabar con serias fracturas en la convivencia de pronóstico reservado.

domingo, 6 de marzo de 2011

Una imagen

XL Semanal>Opinión>cartas del lector

Se dice que una imagen vale más que mil palabras y, en mi opinión, en el XLSemanal del 13 de febrero hay buenas muestras de ello. Concretamente, la fotografía de los trabajadores que instalan el tendido eléctrico en una ciudad de la India es muy clarificadora respecto a las paupérrimas y penosas condiciones de vida y trabajo padecidas por cientos de millones de ciudadanos en un país con capacidad e infraestructura tecnológica para crear armas atómicas, con un importante desarrollo de las tecnologías de la información y en el que residen algunas de las mayores fortunas personales del mundo. Por otra parte, la imagen de la mujer que sostiene la cabeza del marrajo que acaba de degollar en la lonja de Vigo, con el cuchillo ensangrentado en la mano y esa mirada franca y directa, da buena cuenta de la dureza de ciertos tajos y de las personas que los desempeñan. ¡Cuánto texto no escrito hay en una buena instantánea!

martes, 1 de marzo de 2011

Cuesta entenderlo

El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector

Si usted conoce a alguna persona implicada en casos de corrupción, despotismo, inmoralidad, nepotismo político, fraude fiscal o enriquecimiento sospechoso de haberse nutrido en el fango, el señor Leo Bassi ha puesto en marcha una web que recoge información que cualquier ciudadano puede facilitar al respecto a través de un correo electrónico, aunque hay un pequeño matiz a tener en cuenta: sólo serán atendidos y analizados los casos que puedan afectar al PP. Desde un punto de vista ético y democrático, cuesta entender y menos aún compartir tal filosofía porque, ¿acaso varía la gravedad de los actos y sus consecuencias en función de la filiación política de sus autores? Sobran ejemplos históricos y actuales que ponen de manifiesto que la práctica del abuso de poder, los desfalcos en las arcas públicas o el sectarismo provocan sufrimiento y penurias en la población independientemente del color de la bandera enarbolada. ¿Es menos reprobable el robo de los fondos de la comunidad de propietarios si quien mete la mano en la caja vive en el primero derecha en vez de en el séptimo izquierda?