martes, 30 de noviembre de 2021

Difícil explicación

Si no hay concentraciones de ciudadanos en las calles manifestando su contrariedad y disconformidad por el desarrollo e implementación de elementos que mejoran las condiciones de seguridad de los medios de transporte aéreos y terrestres, por la instalación de instrumentos más eficaces en la prevención y lucha contra incendios o por la puesta a la venta de nuevos fármacos, no es fácil comprender los motivos que llevan a la creación de campañas dirigidas a negar y sembrar dudas sobre los beneficios que tienen la vacunas en la salud pública. Cómo explicar que, por un lado, se pueda depositar la confianza en la aportación de la ciencia cuando, por otro lado, se rechaza y pone en entredicho el valor de las vacunas. Cómo avalar la participación en eventos públicos dirigidos a la recaudación de fondos para proyectos de investigación científica contra dolencias como el cáncer, y a la vez recelar de los descubrimientos de la ciencia para protegerse de enfermedades contagiosas como el coronavirus.

viernes, 19 de noviembre de 2021

Perjuicios económicos y ambientales

Quienes tengan la costumbre de utilizar en su hogar el bidé para el aseo íntimo, es probable que lo hayan echado de menos al alojarse en un apartamento turístico o establecimiento hotelero, dado que parece estar cobrando fuerza la opción de suprimir este aparato sanitario en los baños. Una tendencia que, por lo visto, también se extiende a las viviendas habituales. Y ante el engorro que supone meterse en la ducha para tales menesteres, es fácil acudir a una alternativa cómoda y rápida como son las toallitas húmedas, un producto cada vez más usado que, bien sea por dejadez o desconocimiento, está originando obstrucciones en las redes de saneamiento públicas y las bajantes de los edificios, así como graves daños ambientales. Por ello, es importante tener en cuenta que el lugar de las toallitas es la bolsa de la basura y no el retrete, pues la cualidad de ser biodegradables no significa que se descompongan con rapidez ni que sean inocuas para las aguas.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Calibrar bien los riesgos

Desde hace ya un tiempo se viene recomendando la adquisición de alimentos de proximidad, evitando con ello el consumo de comida que llega a nuestras mesas tras recorrer miles de kilómetros, pues es una forma de participación ciudadana que contribuye a reducir la emisión de gases de efecto invernadero generados durante el transporte. Sin embargo, son escasas las referencias a la contaminación creada como consecuencia de una deslocalización industrial mantenida a lo largo de años con el objetivo de maximizar los beneficios económicos sin atender a cualquier otro tipo de consideraciones. Y, por otra parte, parece ser que tampoco se han calibrado bien los riesgos de esa progresiva externalización de la fabricación de productos que, como se ha puesto de manifiesto con la pandemia del COVID-19, puede dar lugar a serios problemas de desabastecimiento que entrañan graves trastornos y perjuicios para la salud pública, el empleo y la economía. Las debilidades de la globalización están saliendo a flote de manera súbita, como si de pronto rompiera la costura trasera del pantalón.