Quienes tengan la costumbre de utilizar en su hogar el bidé para el
aseo íntimo, es probable que lo hayan echado de menos al alojarse en un
apartamento turístico o establecimiento hotelero, dado que parece estar cobrando
fuerza la opción de suprimir este aparato sanitario en los baños. Una tendencia
que, por lo visto, también se extiende a las viviendas habituales. Y ante el
engorro que supone meterse en la ducha para tales menesteres, es fácil acudir a
una alternativa cómoda y rápida como son las toallitas húmedas, un producto
cada vez más usado que, bien sea por dejadez o desconocimiento, está originando
obstrucciones en las redes de saneamiento públicas y las bajantes de los
edificios, así como graves daños ambientales. Por ello, es importante tener en
cuenta que el lugar de las toallitas es la bolsa de la basura y no el retrete,
pues la cualidad de ser biodegradables no significa que se descompongan con
rapidez ni que sean inocuas para las aguas.