lunes, 30 de enero de 2012

Salud e imagen social

El Comercio>Opinión>cartas del lector

En los últimos tiempos parecen extenderse cada vez más las leyes que optan por restringir y sancionar conductas y acciones derivadas de situaciones de desarraigo o precariedad económica, como, por ejemplo, buscar alimentos en los contenedores, dormir en espacios públicos u ofrecer servicios sexuales en la calle. Obviamente, estas normativas despiertan mayor o menor respaldo y comprensión entre los ciudadanos, pues cada cual tiene sus razones y argumentos a la hora de tomar posición ante las mismas, pero, con independencia del resultado estético que pueblos y ciudades puedan obtener al aplicar las mismas, parece que lo realmente importante se queda sin solución y pasa a estar camuflado o escondido. ¿Por qué hay tantas personas ejerciendo la prostitución en condiciones tan indignas, inseguras y marginales? ¿Por qué se acude a la basura para saciar el hambre? ¿Por qué cada día son más los ciudadanos sin techo? Para mejorar la salud e imagen social, ¿son más eficientes las políticas destinadas a combatir los orígenes de los problemas o las dirigidas a poner parches ante los síntomas.

   

jueves, 26 de enero de 2012

Transparencia en las cuentas

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La Nueva España>Opinión>cartas del lector
Pensar que parte de nuestros impuestos acaban en manos deshonestas, desaprensivas y avariciosas, en realidad, no hace ni pizca de gracia. Y poco importa que los dineros sean destinados a costearse juergas nocturnas, adquirir viviendas o yates o, simple y llanamente, se depositen a buen recaudo con el propósito de asegurarse cierta estabilidad en un futuro. Aun estando en tiempos especialmente sensibles ante todo aquello que signifique despilfarro y corruptela, sería un error creer que el descontrol y la tentación de apropiarse de los recursos públicos es una cuestión del presente. Sin embargo, sí resulta bastante más complejo intentar asimilar que tales conductas puedan llevarse a cabo de manera sustanciosa y prolongada sin que salte la alarma. Teniendo en cuenta los múltiples y escandalosos casos que están saliendo a la luz en estos últimos años, es inevitable que surja una pregunta al respecto: ¿existen los mecanismos de control e inspección necesarios y adecuados para realizar una labor escrupulosa y leal para con los intereses de la ciudadanía? Si la transparencia en las cuentas no es un problema de medios técnicos, todo hace sospechar que una cuestión de voluntad política.

martes, 24 de enero de 2012

¿Una nueva época?

Diario Público>Opinión>cartas del lector
Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Con la detención del  fundador del portal online  Megaupload, está saliendo a la luz  información acerca de sus ostentaciones, extravagancias y poco ejemplares comportamientos, cuestiones privadas de un multimillonario que hasta ahora  parecían carecer de relevancia o interés alguno  para los medios de comunicación, puesto que son comportamientos habituales entre muchas de las personas con abultadas cuentas bancarias, asuntos que no llaman a escándalo o causan excesiva sorpresa por estar socialmente asumidos. Pero la importancia de la noticia no reside en las excentricidades y fanfarronadas del personaje, sino en  el debate y polémica social generada con motivo del cierre de la Web y el arresto de éste y algunos de sus socios, acusados de causar perjuicios económicos por valor de 500 millones de dólares en derechos de autor. Como me decía un amigo, si comienza una época de preocupación y defensa del trabajo y esfuerzo de las personas, ¿habrá respuestas similares ante los casos de especulación que han llevado y llevan a millones de honestos ciudadanos a perder sus ahorros, casas, trabajos y empresas?  

lunes, 23 de enero de 2012

Los conflictos bélicos

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

No puede decirse que orinar sobre unos cadáveres sea una imagen que pase desapercibida, aglutine simpatías, genere complicidad o cause sonrisas entre quienes viven bajo circunstancias de normalidad, libres de odio y alejados de cotidianos escenarios de locura y brutalidad. Sin embargo, y sin tratar de minimizar o disculpar tan lamentables y censurables conductas, como bien refleja la película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, cuando las personas se introducen y participan activa y directamente en las guerras, cuando se respira y palpa el ambiente de la crueldad y sinrazón, existe la probabilidad de acabar alternando y familiarizándose con el horror. De los conflictos bélicos sólo se obtiene abundante sufrimiento, trastornos irreversibles y demasiada destrucción y rencor.

jueves, 19 de enero de 2012

Significado y orientación

El Comercio>Opinión>cartas del lector

Llevamos tiempo escuchando de boca de los líderes políticos mundiales el término globalización y, sin embargo, tengo la impresión de que somos bastantes los ciudadanos con cierta confusión respecto al significado y orientación del mismo. Al hablar de globalización en el ámbito económico y social, a qué se hace referencia, ¿a la voluntad de corregir los grandes desequilibrios nacionales e internacionales existentes o a pronunciarlos y extenderlos? Asimismo, en el terreno de la convivencia y el entendimiento entre naciones y culturas, ¿cuál es el objetivo, tratar de alcanzar compromisos globales destinados a frenar y disminuir los conflictos bélicos o aprovechar las diferencias para crear empleo en el sector armamentístico? Y, entrados en materia de democratización y soberanía, ¿de qué va el tema, de vigorizar el poder de las instituciones elegidas en las urnas o de poner el destino de las naciones en manos de la especulación y la avaricia? Por el discurrir de los acontecimientos, con cada vez mayor número de protestas ciudadanas a lo largo y ancho del planeta, parece obvio que la globalización confeccionada desde la política no satisface las necesidades e intereses de los pueblos.

martes, 17 de enero de 2012

Estatus y calidad humana

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Que se formen largas, sufridas y tensas colas en las que algunas personas llegan a esperar incluso días con el propósito de comprar (no de recibir un regalo) el último modelo de móvil, ¿es un síntoma de equilibrio y salud social o, por el contrario, corresponde a una señal de desenfoque o pérdida del norte en cuanto a la escala de necesidades y valores se refiere? Cuesta entender que se desencadenen discusiones, peleas y disturbios públicos a las puertas de las tiendas por temor a quedarse sin un aparato cuyo coste es de unos cuantos cientos de euros y que, con probabilidad, será considerado un viejo trasto transcurridos unos cuantos meses. ¿Tanta es la desdicha o infelicidad sentida por retrasar durante unos días o semanas la adquisición de la última y efímera tecnología? Hay quien se pega o crea altercados por un teléfono y, curiosamente, tilda de salvajes e incivilizados a las personas vistas a través de televisión acudiendo sin orden ni cortesía a recoger una necesitada ración de comida en cualquier rincón del mundo. El estatus, ¿resta o aporta calidad humana?

lunes, 16 de enero de 2012

Cambiar la dirección

La Vanguardia>Opinión>cartas del lector
Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Hasta hace poco tiempo cuando uno se cruzaba por la calle con una silla o cochecito de bebé solía ver en su interior a un pequeño dormido, llorando o escrutando el panorama con el chupete en la boca. Ahora, en cambio, la situación ha dado un giro dramático y escalofriante, pues cada vez es más habitual encontrarse con carritos cargados de chatarra. O sea, disminuye la natalidad y aumenta la pobreza.
Según ha publicado estos días la prensa, la crisis podría provocar que unas 650.000 familias perdieran sus viviendas, entre el 2008 y el 2015. Esperemos ser capaces de cambiar la dirección porque de continuar por esta senda quizás sea superior el número de ciudadanos buscándose la vida por las calles que los que utilizan las líneas del AVE.

sábado, 14 de enero de 2012

El control del timón

El Comercio>Opinión>cartas del lector
La Nueva España>Opinión>cartas del lector

Aún conservo la notificación enviada por el Ayuntamiento informándome acerca del derecho al voto en las elecciones para el Congreso y el Senado convocadas para el 28 de octubre de 1982, en la que se me invitaba a romper la virginidad ante las urnas con seductores mensajes como, por ejemplo: «Las generaciones que hasta ahora estamos en la tarea de afirmar la democracia en España, pedimos la solidaridad de las que llegan y esperamos que se incorporen a ese proyecto histórico»; «La democracia es, para nosotros, la única forma válida de legitimar la autoridad y el único sistema político que puede hacer posible el progreso en libertad».
Era tal el deseo de acudir a votar, de participar en la transformación y el desarrollo de nuestra sociedad que, en realidad, no hubiera sido necesaria tan atractiva comunicación para estimular a un chaval de diecinueve años.
Desde entonces no he faltado en ninguna ocasión a la cita de las urnas pero, la verdad, últimamente ya no es lo mismo, pues, lamentable y contrariamente a lo ocurrido con el sexo, la ilusión y las ganas  se han ido desvaneciendo.
Y qué decir de la confianza de los jóvenes en la política. No parece muy bueno y deseable que la ciudadanía se cuestione la representatividad y autoridad de quienes son elegidos para gobernar, aunque, para ello, ¿no es necesario que el control del timón esté en manos de la política (en mayúsculas) y no de la codicia?

lunes, 9 de enero de 2012

Cierta confusión

El Comercio>Opinión>cartas del lector

Siendo la prostitución una cuestión que origina frecuentes e intensos debates públicos acerca de la dignidad y explotación sexual de las personas, así como un elevado nivel de reprobación social, llama bastante la atención el enorme éxito de la película 'Pretty woman', repuesta en televisión en no sé cuántas ocasiones. Por una parte, se critica y rechaza una actividad desarrollada en buena medida debido a necesidades económicas, cuando no a secuestros y extorsiones; y, por otra, se cataloga de comedia romántica un filme que, a mi entender, edulcora y normaliza el ejercicio de la prostitución y enfoca la especulación y las grandes desigualdades sociales como lo más natural del mundo. De qué se trata, ¿de implementar medidas que reajusten los desequilibrios del sistema o de soñar con situarse en la zona más favorable y cómoda del mismo? Por lo visto, parece existir cierta confusión al respecto.

domingo, 8 de enero de 2012

El peaje a pagar

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector

Un denominador común de  las fotografías del reportaje “Cansadas de esperar” (Magazine, 24/XII/2011), es la ausencia de sonrisas en los rostros de sus protagonistas, la melancolía reflejada en las miradas de diecisiete mujeres que contemplan con impotencia  el naufragio de sus proyectos e ilusiones. Y, teniendo en cuenta la edad de las mismas, queda patente que la atmósfera de precariedad y   desamparo ha sido respirada por abuelas, madres e hijas. Recientemente, leí que el peaje a pagar por la mayor parte de las mujeres centroamericanas que emprenden el duro y angustioso camino de la migración con la esperanza  de alcanzar y pasar la  frontera  hacia los Estados Unidos, es la violación (entre el 60% y 80%) o el ofrecimiento sexual a cambio de encontrar  cierta “protección” durante un  trayecto de miles de kilómetros  por territorio mexicano. Resulta muy triste, vergonzoso, desesperanzador  o repugnante conocer los atropellos y sinsabores padecidos por millones de seres humanos por el mero hecho de haber nacido con el sexo femenino.

viernes, 6 de enero de 2012

Ingorar o endulzar

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Diario Público>Opinión>cartas del lector

Durante el presente curso escolar, en el instituto donde estudia nuestra hija hay programada una actividad educativa basada en la visión de distintas películas de contenido o temática social que les invite a reflexionar, valorar y debatir acerca de acontecimientos y hechos que distorsionan o afectan negativamente a millones de personas en el mundo. Hay quien expresa cierto desacuerdo con el tinte dramático de los filmes al considerar excesivo que los chicos vean en la pantalla el reflejo de la dura y cruda realidad. Sin embargo, tratar de ignorar o endulzar lo que sucede a nuestro alrededor, ¿es una estrategia apropiada para prevenir y/o transformar situaciones perniciosas a nivel individual, familiar o social? Las inquietudes y expectativas de los jóvenes, ¿no deben ir algo más allá de la estética física, la adquisición del último modelo de móvil, la exposición de la vida personal en las redes sociales o la participación en patéticos programas televisivos?

miércoles, 4 de enero de 2012

Nivel informativo

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El Comercio>Opinión>cartas del lector
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector

Aun sin ser aficionado ni seguidor de lo acontecido en los campos del fútbol, si uno escucha de vez en cuando la radio, ve la televisión, ojea la prensa u oye algunas de las conversaciones que tienen lugar a su alrededor, resulta prácticamente imposible desconocer el nombre de determinadas figuras ligadas a un deporte de tanta repercusión social. Al menos, en ciertos sectores de la población. ¿Habrá jóvenes de entre 13 y 25 años que no sepan quiénes son y en qué equipos juegan o entrenan profesionales como Iniesta, Messi, Ronaldo o Guardiola? En cambio, no son pocos los que ignoran la identidad y el partido político del alcalde de su ciudad, del presidente de la comunidad autónoma e incluso del presidente de España. No sé cuál será nuestro nivel de información respecto a otros países vecinos, pero lo visto es impresionante. Y ello, en una época en la que abundan los televisores y ordenadores en los dormitorios y en la que el número de móviles supera al de ciudadanos. Una cosa es el acceso y otra el aprovechamiento.