lunes, 30 de diciembre de 2013

No acabo de pillarlo

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"Nunca os voy a abandonar, ser un belieber es un modo de vida", no es la frase final de una película sobre los avatares de una tribu amazónica que ve amenazada su permanencia y tradicional manera de vivir, sino  de un mensaje escrito por el joven cantante  Juntin Bieber en las redes sociales y dirigido a sus seguidores, sorprendidos ante el anuncio de retirada del ídolo musical. Por favor, que alguien me lo explique porque no acabo de pillarlo. ¿Estilo de vida el marcado por un adolescente de 19 años lanzado al estrellato hace cuatro años? Una cosa es disfrutar escuchando a un cantante o grupo y otra  bien distinta es la forma de vivir, el proyecto individual y social trazado, perseguido o anhelado,   algo que, por cierto,  no parece ser el núcleo de las letras del famoso e idolatrado canadiense. Si la adolescencia pierde el norte, la luz de un horizonte prometedor pierde fulgor e intensidad.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Incógnitas

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Un compañero de faena confiaba en que, tal como le había sucedido hace unos años,  recibiría una notificación de la Dirección General de Tráfico a través del correo postal informándole del próximo vencimiento del permiso de conducción, en cambio, esta vez se ha enterado de distinta forma, siendo informado directa y verbalmente en un control de carretera, además de  por escrito con una sanción de 200 euros por tener el carné caducado desde días atrás. Un infortunio que generó un estado de alerta entre el resto del personal, y al cual podría aplicársele el dicho de que “no hay mal que por bien no venga”, pues  ello está evitando situaciones similares. Y surge la pregunta: ¿por qué suprimir un procedimiento informativo que resultaba útil y satisfactorio para los ciudadanos,  cuando a día de hoy existen múltiples canales y herramientas de comunicación? Otra cuestión es, ¿por qué el precio de la renovación del permiso de conducir supera en algo más del doble a la del carné de identidad, cuando se trata de dos trozos de plástico con el mismo tamaño? ¡Cuántas incógnitas alrededor de las tasas e impuestos!

Motivos para el escepticismo

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¿Que por qué sentir escepticismo ante los pronósticos que anuncian un incremento de la esperanza de vida?, pues porque la realidad social ha tomado un rumbo que no conduce ni invita a tirarse a la piscina del optimismo. Y las dudas al respecto no se centran en el sector de la población con acceso a una alimentación suficiente y equilibrada, a una atención sanitaria adecuada y avanzada, a una educación formativa y preventiva en materia de hábitos y conductas de riesgo, al desempeño de trabajos con baja incidencia en el deterioro de la salud y a un hogar en condiciones seguras y confortables, sino en esa otra parte de la ciudadanía  cuya calidad de vida mengua de manera progresiva. Si tal como señalan los informes de distintas  organizaciones nacionales e internacionales,  la pobreza y desprotección social aumenta e intensifica día a día, ¿no hay motivos para sentir desconfianza?,  o ¿será que en el siglo XXI las penurias alargan la vida?

domingo, 22 de diciembre de 2013

Como las setas en otoño

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“Esto es la ley del embudo, con la parte ancha para  quienes tienen  mucho y la estrecha para los que  estamos apretados”,  es algo que escuché decir en días pasados a un señor jubilado que charlaba con un vecino o conocido mientras permanecían parados en la acera de una calle del barrio. Y, por lo visto, parece que esta idea prolifera y se manifiesta entre la ciudadanía como las setas en otoño, pues solo hay que contemplar la incredulidad y estupefacción reflejada por el mago Asín en la viñeta del 8 de noviembre,  incapaz de digerir el desajuste que presenta la balanza de la ética y la equidad, presa de la decepción ante un espectáculo de magia   que no comprende ni comparte: el de la sinrazón y el fraude social. Una situación que tampoco satisface ni entusiasma a la escritora Carme Riera,   quien declara anhelar una realidad global que no esté modelada por las gélidas manos de la desconsideración y la avidez material.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Así no hay manera

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Las noticias incluidas en las secciones de los medios de comunicación dedicadas   a mostrar los desfases y caprichos de la opulencia  deberían encuadrarse en el apartado de sucesos, aunque  para ello sería preciso que tuvieran  la consideración de anomalías sociales. Parece que la sociedad  presenta y digiere   sin ardores la coexistencia entre la miseria y el exceso,  como si se tratara de un hecho  natural e inevitable, contemplar la salida y  puesta del sol de la sinrazón  desde el asiento de la indolencia, condescendencia, envidia e incluso   satisfacción.  Puede verse un programa televisivo en el que se  muestra el transcurrir de la vida en la cresta de la ola del lujo y, a continuación, visionar otro en el que familias inmersas en situaciones de económicas desesperadas solicitan ayuda a la ciudadanía para salir a flote hasta pasado mañana.  Así no hay manera de levantar el ancla y moverse hacia aguas sociales más limpias, y según informes de distintas organizaciones y organismos, las actuales están desprendiendo un olor a desigualdad cada día más insalubre y molesto.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Indignación y poca simpatía

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La sensación de hartazgo que invade a uno de los dos personajes del escrito de Suso de Toro (Magazine del 1 de diciembre),  cansado del incesante aluvión de noticias negativas y preparatorias que dominan el espacio informativo en los últimos años, parece ser  un sentimiento compartido y puesto de manifiesto por muchas personas en la tienda, la cafetería o la calle. Y, como decía una vecina hace unos días,  cuando todos los miembros de la familia están en situación de desempleo, con los hijos atrapados en el foso de la frustración y con el viento de los servicios públicos  amainando paulatinamente, es decir,  con el agua al cuello, escuchar declaraciones que, poco más o menos,  señalan y tildan  de perezosos a quienes  están en el paro,  no es algo que produzca hastío, sino indignación y muy poco simpatía. Claro que, la codicia es una anestesia con la que no se siente ni considera el sufrimiento ajeno. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Paripé y teatro protocolario

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Resulta paradójico que, viendo la avalancha de declaraciones y muestras de tristeza,  reconocimiento y admiración puestas de manifiesto desde el ámbito político (a nivel internacional) en torno a la figura del fallecido Nelson Mandela,  la realidad mundial  permanezca aún tan alejada de los sueños y objetivos perseguidos por el  expresidente sudafricano:   la formación de  sociedades  sin discriminación racial,  exentas de bolsas de pobreza y libres de alambradas.  Si, como parece,  todo el mundo  aprecia y ensalza a alguien que vivió abrazado a la honestidad, la razón y el compromiso con la dignidad humana, pagando por ello una factura carcelaria equivalente a un tercio de su existencia, ¿cómo se justifica un contexto global tan lamentable como el presente? En mi opinión, las acciones y señas más adecuadas para rendir tributo a Mandela, serían las de llevar a cabo políticas acordes a sus ideas sociales,  no las del paripé y el teatro protocolario.



lunes, 9 de diciembre de 2013

Más lúcida y atractiva

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Educación sí, claro está, pero ¿a qué precio y con qué finalidad? Da la impresión de estar promoviéndose una educación orientada al cultivo de la ambición,  de perseguir la formación de seres  gélidos y alineados con la  economía depredadora y especulativa, dejando soterrados otros asuntillos como la empatía y el bienestar colectivo. Entristece escuchar que los planes sociales trazados para quienes no dispongan de determinado nivel y/o especialidad de estudios, pasen por el desempeño de trabajos en condiciones indignas, la infravaloración o la exclusión social. Cuesta asimilar que, entre los objetivos principales de la educación,  no prevalezca el de revertir el conocimiento  y talento  en la configuración sistemas más sensibles y cultivados en humanidad. Por otro lado,  ¿estará el mundo olvidándose de la felicidad de los niños?, ¿es acertada la dinámica de competitividad y presión  a la que están  sometidos  en materia de rendimiento académico y extraescolar? Resulta más lúcida y atractiva una enseñanza dirigida a crear horizontes integradores, armónicos y placenteros, que la enfocada al fomento del canibalismo, la frialdad, la inequidad y la insatisfacción.

Contrato a tiempo parcial

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Aunque no sea mujer, a mí también me cuesta comprender a quienes pagar por obtener servicios sexuales de chicas engañadas y forzadas a ejercer la prostitución, mujeres que, como recuerda Ángeles Caso en su artículo del 24 de noviembre, en su mayor parte son extranjeras  a las que les vendieron un billete con destino a la prosperidad sin conocer que el viaje finalizaría en la estación del infierno. Considero que el sexo es una fuente de placer maravillosa, pero  siempre que las aguas de la pasión sean compartidas, pues, cómo se puede disfrutar cuando la otra (u otras) persona  finge, se humilla o siente temor. Dónde aparcan la conciencia esos intelectuales que por el día alzan sus voces en pro de la decencia y por la noche buscan el contacto de la indignidad, se pregunta la escritora, y la respuesta es que quizás tengan un contrato a tiempo parcial con la integridad y nobleza. Es algo que se lleva mucho. Y, como sucede con otros graves problemas sociales,  ¿es posible reducir el volumen de  prostitución involuntaria e indeseada sin una mejor distribución de la riqueza?

sábado, 7 de diciembre de 2013

Acciones prescindibles

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El mismo fin de semana que se lleva cabo la llamada operación Gran Recogida de Alimentos, cuyo objetivo es lograr un volumen de donaciones de 10.000 toneladas de comida, los medios de comunicación informan acerca de la decisión del Gobierno de destinar 2,5 millones de euros a una campaña publicitaria centrada en las políticas laborales puestas en marcha en la presente legislatura. Una cifra nada despreciable para colaborar en una iniciativa como la puesta en marcha por la Federación Española del Banco de Alimentos, una cantidad con la que  podría  llegar a cubrirse un 25% del fin propuesto. Se hace difícil entender y compartir que, mientras las familias contribuyen con sus ´ingresos (sometidos a un tratamiento de adelgazamiento) a satisfacer  necesidades básicas e inaplazables de un porcentaje considerable y creciente de la población, pueda gastarse dinero público en acciones prescindibles  en un periodo de estrechez y padecimiento social como el actual.

domingo, 1 de diciembre de 2013

¿Filtrar o sellar?

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Los comentarios anónimos (o con firma) vertidos en Internet sin más contenido que el insulto, la difamación, la burla física o la amenaza, no me parecen divertidos, agudos e ilustrativos, sino primitivos y patéticos. Como comenta Andrés Trapiello el pasado 17 de noviembre, la impunidad es utilizada como una de trinchera desde la que se puede apuntar hacia un objetivo  concreto o lanzar  exabruptos de racimo sobre colectivos, sin embargo, optar por la eliminación del canal que tienen los lectores  para participar y ofrecer sus opiniones  en los medios digitales,  no creo que sea  una medida  acertada, pues son muchos los ciudadanos que vuelcan sus argumentos, discrepancias e impresiones acerca de lo publicado con el debido respeto, razonamiento y elegancia.  Qué es más enriquecedor y saludable, ¿filtrar o sellar el paso de las palabras?