sábado, 28 de diciembre de 2013

Incógnitas

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Un compañero de faena confiaba en que, tal como le había sucedido hace unos años,  recibiría una notificación de la Dirección General de Tráfico a través del correo postal informándole del próximo vencimiento del permiso de conducción, en cambio, esta vez se ha enterado de distinta forma, siendo informado directa y verbalmente en un control de carretera, además de  por escrito con una sanción de 200 euros por tener el carné caducado desde días atrás. Un infortunio que generó un estado de alerta entre el resto del personal, y al cual podría aplicársele el dicho de que “no hay mal que por bien no venga”, pues  ello está evitando situaciones similares. Y surge la pregunta: ¿por qué suprimir un procedimiento informativo que resultaba útil y satisfactorio para los ciudadanos,  cuando a día de hoy existen múltiples canales y herramientas de comunicación? Otra cuestión es, ¿por qué el precio de la renovación del permiso de conducir supera en algo más del doble a la del carné de identidad, cuando se trata de dos trozos de plástico con el mismo tamaño? ¡Cuántas incógnitas alrededor de las tasas e impuestos!