martes, 14 de julio de 2015

¿No preocupa?

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Asustadito se queda uno ante el desconocimiento que puede llegar a tenerse  acerca de la actualidad, y más cuando, como es el caso de una buena amistad de nuestra hija, se vive en una vivienda con más de una televisión, se tiene teléfono y ordenador con acceso a Internet, se vive en un lugar donde abundan los quioscos  cuyos escaparates muestran las portadas de los periódicos y  se cursa el  segundo año de medicina. En tales circunstancias, parece imposible ignorar la situación por la que atraviesa Grecia y la existencia del referéndum, poner cara de extrañeza   al pronunciar el nombre de Esperanza Aguirre, desconocer a qué partido político pertenece el máximo responsable del gobierno de la nación o no saber quién es el presidente de la Comunidad Autónoma en la que se vive.  Los nuevos planes de estudio diseñados para la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), incorporan asignaturas orientadas a la formación básica de los alumnos en materia económica, financiera y empresarial, sin embargo,  no hay nada previsto para combatir   la desconexión e incultura política de las nuevas generaciones. ¿No preocupa el desentendimiento y la actitud acrítica e irreflexiva de los ciudadanos? 

sábado, 11 de julio de 2015

Así va a ser complicado

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Aunque    fraude y decepción son términos  muy utilizados en la actualidad para  describir el estado emocional de gran parte de la población ante la dinámica política de los últimos tiempos, el engaño acecha y se presenta en cualquier momento y  esquina. “De primero tienen para elegir entre ensaladilla rusa o paella”,  dice el camarero del restaurante que nos atiende e informa con amabilidad de las opciones del menú del día, y, pasados unos minutos,  hace aparición una bandeja ovalada  de acero inoxidable con la inolvidable sorpresa. ¿Paella? En realidad, las expectativas eran modestas,  nadie esperaba un plato elaborado con variedad y abundancia de carne de caza y pescado y marisco recién  salido del mar,  pero tampoco una montaña de arroz con textura y apariencia  de haber sido elaborada en una hormigonera, una masa amarillenta acompañada de un cuello y cuatro trozos de piel de pollo.  ¿Qué pensarían los responsables de confeccionar y servir tan peculiar y sabrosa receta culinaria, si al pedir y comprar una cazadora le envuelven  unos calzoncillos usados? No es poniendo chascos en las mesas como se seduce y conquista el paladar, la vista, el olfato y el estómago de los clientes.

martes, 7 de julio de 2015

No es un capricho

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La reacción  instintiva de los animales ante el avance y la proximidad de las llamas y los humos generados en un incendio que arrasa su hábitat natural y representa una amenaza inminente para la vida, es la de abandonar el lugar para ponerse a salvo del fuego y ubicarse en nuevos enclaves donde satisfacer sus necesidades. De la misma manera, cuando las personas están sometidas a situaciones de acoso y asfixia derivadas de conflictos bélicos, de políticas intolerantes o de escasez de alimentos, una  respuesta natural es la de iniciar el movimiento tratando de alejarse de la hostilidad y la miseria. La gente no suele tener el capricho irrefrenable   de abandonar un entorno de seguridad y confort con la intención de tomar caminos  en los que acecha el peligro, abunda el desprecio y rezuma la incomprensión, la emigración en masa no es una fiesta compartida. Si el  conjunto de naciones pusiera mayor empeño en cultivar paz, libertad, justicia social y sensibilidad medioambiental, serían menores las preocupaciones y los esfuerzos dedicados  a la instalación de muros y alambradas, al incremento  y sofisticación de los controles fronterizos  y a las  repatriaciones. 

Persistir

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Y, ¿por qué  el niño va a ser más feliz pescando en un barco de recreo en altamar que si realiza esa misma actividad en el río? ¿Quién le garantiza que no acabará con un mareo de mil demonios y deseando por encima de todo volver a poner los pies en tierra firme? Se trata de  incógnitas surgidas tras  escuchar en la radio un anuncio publicitario de la Lotería Nacional donde una madre le dice a su hijo que, debido a un imprevisto, este año no podrá pescar en el río porque lo hará desde un yate navegando en medio del océano. Siendo evidente que el sueño de la  embarcación pertenece a los padres de la criatura, pues el chiquillo ya debía estar preparando la caña y los aparejos para ir a la trucha durante las vacaciones, en realidad, lo llamativo y, en mi opinión,  preocupante desde una perspectiva social e individual,  es el mensaje subliminal de la publicidad, al establecer una correlación entre la felicidad y la riqueza.  Introducir en los menores el deseo obsesivo y desproporcionado  por las posesiones y la fortuna, parece ser de lo más apropiado para continuar creando fango.