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Es
ella, la que viste ceñidos trajes de dogma y camina altiva
por la pasarela del fanatismo con paso firme y despiadado, la que pisa y
desplaza a la mitad de la población enarbolando la bandera de la testosterona, la que trabaja en parcelas dedicadas al cultivo del menosprecio hacia la
diferencia cultural o étnica, la que trata de ascender y ocupar un lugar
en la atalaya de la indiferencia poniendo zancadillas a la honestidad y
dando codazos a la justicia, la que surfea con entusiasmo sobre olas de
lágrimas formadas por el viento de la guerra, la que come en mesas cubiertas de
manteles con lucidos bordados de flores y sonrisas llevando restos de
miseria e indecencia pegados a la suela de los zapatos, la generadora de una
energía que proporciona grandes cantidades de oscuridad y padecimiento. Su
nombre de pila es Ignorancia y su apellido Codicia, y tiene residencia en todos
los continentes.
