domingo, 30 de septiembre de 2012

Subordinadas al visto bueno

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Desde los medios de comunicación se hacen frecuentes alusiones a la veracidad e independencia como garantía de la calidad informativa y del compromiso con la sociedad. Sin embargo, es habitual observar debates televisivos en los que los periodistas polemizantes se agrupan y separan atendiendo a intereses o colores políticos. Mientras se censuran las listas cerradas, la ausencia de voces autocríticas y la disciplina de voto a la que se encuentran sometidos los parlamentarios, se llevan a cabo coloquios en los que la objetividad y autonomía de los profesionales de la información quedan subordinadas a la uniformidad y al visto bueno del partidismo.
Con el paso del tiempo es posible leer o escuchar opiniones que giran como veletas, apuntando en la dirección señalada por el viento predominante del momento. Así pues, se vierten críticas y acusaciones extremadamente duras hacia un gobierno con motivo del establecimiento de relaciones económicas con determinados países, y en cuestión de una legislatura, la firma de un sustancioso contrato comercial impulsado por el nuevo ejecutivo pasa a ser un ejemplo de eficacia y buen hacer político; se menosprecian y ridiculizan las acciones llevadas a cabo por un mandatario bajo el propósito de liberar tensiones y crear lazos de amistad y convivencia entre distintas culturas, y a la vuelta de la esquina, las ondas de radio y páginas de periódicos pueden aplaudir las declaraciones hechas a favor de la alianza de civilizaciones por el nuevo presidente de la nación; o se achaca la responsabilidad del alto nivel alcanzado por la prima de riesgo a la desorientación e incapacidad de un dirigente político, y tras un abrir y cerrar de ojos, el elevado, insoportable y asfixiante interés de financiación pública es cosa de codiciosos especuladores que actúan desde el otro lado de la frontera.Y todo ello, sin sonrojarse ni cortase un pelo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Objetivos y preferencias

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La respuesta del ministro de Educación publicada en la prensa 'todo el mundo tiene problemas para pagar según qué cosas', no parece la más convincente  y afortunada que puede ofrecerse ante una pregunta sobre la dificultad que tienen muchas  familias para hacerse cargo de los costes derivados de los estudios de sus hijos, pues, ¿es  ello una cuestión cualquiera?  Es evidente que no, ya que desde el propio ministerio se alude a la necesidad de establecer cambios en la educación con la pretensión de mejorar los resultados obtenidos por los estudiantes españoles en el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) realizado de forma periódica. Sin embargo, si el factor económico llega a convertirse en un pasaporte con el que acceder a la formación y el estudio,  ¿cuántas personas pueden verse  desplazadas, limitadas o con serías dificultades para aprender y desarrollar sus capacidades?
Distinto sería  si se tratarse de acudir a cursos de  conducción de  limusinas o patrón de yates.
¿No es preferible, por ejemplo, facilitar libros de texto a quienes no disponen de recursos, que llevar a cabo gastos superfluos y evitables como podrían ser los originados con las inauguraciones o la propaganda institucional destinada al autobombo?

jueves, 20 de septiembre de 2012

Otras formas y tácticas


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Hasta hace no tantos años, cuando alguien llamaba a la puerta de la vivienda con la intención de vender un artículo u ofrecer un servicio, podría decirse que lo normal era encontrarse con un rostro de gesto amable y una educada presentación; acto seguido y, con mayor o menor éxito y habilidad, el vendedor hacía gala de sus dotes de seducción y profesionalidad.
En cambio, las formas y tácticas adoptadas en el siglo XXI parecen ir por otro camino, y, en ocasiones, uno no sabe si tiene delante a un agente comercial o a un mercenario al que no le tiembla el pulso. ¿Presentarse? Quien ataca no dedica espacio a la diplomacia, el tiempo es oro y la mentira productiva. Ahora lo suyo es ir directamente al grano, y en cuando la víctima se pone a tiro, no hay reparo alguno en apretar el gatillo, cuestión por la que no es raro que la primera frase escuchada tras abrir la puerta sea para exigirte el recibo del teléfono o para preguntarte cuánto pagas por el seguro de la casa. Y, cuidado con la respuesta, pues en caso de resultar insatisfactoria e improductiva, uno puede ser objeto de desaires inaceptables.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Una alargada sombra

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Detrás de la luz desprendida por ciertos reconocimientos,  se encuentra una alargada sombra de despropósitos y necesidades que alcanza a millones de ciudadanos. Recientemente, la Federación Español de Bancos de Alimentos  recibió el premio ‘Príncipe de Asturias de la Concordia’ por la abnegada e inestimable labor desempeñada en la sociedad: la redistribución solidaria de comida entre quienes se han visto conducidos o empujados hacia las arenas movedizas de la subsistencia.
En el año 2000 atendieron a unos 300.000 beneficiarios y repartieron unas 20.000 toneladas de alimentos, sufriendo las cifras un salto de vértigo en  2006, hasta superar el millón de auxiliados y multiplicar por algo más de cinco la cantidad de comida distribuida en 2011. Simultáneamente, y según el análisis realizado por el  Barómetro social de España, entre los años 2005 y 2009 el patrimonio del 25% de los hogares más ricos experimentó un crecimiento del 20%, mientras que el de la cuarta parte de los más pobres sufrió una disminución del 6,4%. Y en la actualidad, la desigualdad en el reparto de la riqueza continúa la misma senda.
Es decir, la concesión del galardón lleva implícito un suspenso que, en este caso, sería el obtenido por las políticas predominantes en la última década, no solo por la incapacidad mostrada para reducir la magnitud del problema, sino por facilitar su desbordamiento.

 

sábado, 15 de septiembre de 2012

Gestos

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Desde el accesible observatorio de lo cotidiano,  pueden contemplarse comportamientos que dejan mucho que desear,  actitudes que ponen de manifiesto un desenfrenado impulso de egoísmo, una escasa educación  y un  lamentable desprecio o indiferencia hacia los derechos e intereses ajenos. Hay quienes al escuchar la frase ‘pasen en orden por la de al lado’, rompen filas precipitadamente echando a correr para colocarse los primeros en la caja del supermercado abierta bajo el propósito de aliviar las colas formadas en momentos puntuales;  quienes estando el restaurante hasta los topes (circunstancia cada vez más extraordinaria),  con gente de pie esperando por una mesa, permanecen  media hora sentados en un estado de absoluta tranquilidad tras finalizar el postre y el café; o quienes arrogándose el derecho de  aquí estoy yo, obstaculizan la calzada estacionando en doble fila  mientras con sosiego apoyan el codo en la barra del bar.
Tal como rezaba la publicidad institucional dirigida a crear conciencia pública en torno al ahorro de agua o al cuidado del medio ambiente, en la convivencia,  los pequeños gestos también importan. Bastante más de lo que algunos son capaces de ver o intuir.

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Desde el accesible observatorio de lo cotidiano,  pueden contemplarse comportamientos que dejan mucho que desear,  actitudes que ponen de manifiesto un desenfrenado impulso de egoísmo, una escasa educación  y un  lamentable desprecio o indiferencia hacia los derechos e intereses ajenos. Hay quienes al escuchar la frase ‘pasen en orden por la de al lado’, rompen filas precipitadamente echando a correr para colocarse los primeros en la caja del supermercado abierta bajo el propósito de aliviar las colas formadas en momentos puntuales;  quienes estando el restaurante hasta los topes (circunstancia cada vez más extraordinaria),  con gente de pie esperando por una mesa, permanecen  media hora sentados en un estado de absoluta tranquilidad tras finalizar el postre y el café; o quienes arrogándose el derecho de  aquí estoy yo, obstaculizan la calzada estacionando en doble fila  mientras con sosiego apoyan el codo en la barra del bar.
Tal como rezaba la publicidad institucional dirigida a crear conciencia pública en torno al ahorro de agua o al cuidado del medio ambiente, en la convivencia,  los pequeños gestos también importan. Bastante más de lo que algunos son capaces de ver o intuir.

martes, 11 de septiembre de 2012

Lo sustancial

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No acabo de entender por qué los diputados autonómicos deben quedar sin sueldo, cuando realizan una labor que, si es ejercida con responsabilidad y honestidad, requiere mucho tiempo de dedicación  y genera no pocos sinsabores y noches en vela. ¿De qué vivirían si no disponen de otros ingresos?  Bien distinto, sería llevar a cabo reformas en determinadas materias que se consideren obsoletas e inapropiadas, tal como podría ser la supresión de prebendas en un asunto como el de las pensiones, la introducción de una limitación salarial para que  ningún cargo político pueda percibir una retribución superior a la del  presidente del gobierno central,   la regulación del derecho a  dietas en función del lugar de residencia, la sustracción o resta de la nómina pública de los importes recibidos a través de la actividad privada o la disminución de gastos en viajes y vehículos oficiales. 
Y ya puestos, introducir un mecanismo de control democrático existente en otras naciones europeas que, según indica la organización  Transparencia Internacional, contribuye a disminuir el nivel de corrupción: el acceso de cualquier ciudadano a las cuentas públicas.



La incógnita

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Días atrás, conocíamos que un video de contenido erótico cuya autora y protagonista era una concejala de un ayuntamiento de la provincia  de Toledo, había circulado por Internet sin el consentimiento de  ésta. No he llegado a ver el mismo pero, con probabilidad, las imágenes no me habrían resultado traumáticas, desagradables o desasosegantes.
En cambio, al día siguiente de saltar esta noticia,  la población pudo contemplar a través de las cadenas de televisión unas grabaciones en los informativos que, sin rozar la sensualidad ni elevar la libido,  fueron capaces de  conmover, excitar y generar temblores en la ciudadanía.  Efectos que amenazan con permanecer y pronunciarse, pues, de las declaraciones y mensajes transmitidos por el presidente del Banco Central Europeo y los presidentes de Alemania y España,  se desprende que la tela del abrigo social tiende a perder grosor y reducir su superficie.
La incógnita que inquieta y  flota en el ambiente, es si vamos a terminar quedando en pelota y a la intemperie.
A estas alturas de la novela por entregas, los sufridos lectores comenzamos a sentir  hastío ante una acción previsible y decadente, ante una historia que contiene demasiadas similitudes con la  publicada previamente en otras naciones europeas.  Y, según ha trascendido, el público de Grecia y Portugal está muy defraudado e insatisfecho con el desarrollo y contenido de la misma. De hecho y, para sorpresa de los trabajadores portugueses, el último capítulo difundido en el país vecino habla de aumentar en siete puntos la cotización de los trabajadores a la  Seguridad Social.
Si las políticas  implementadas en los últimos tiempos en nombre del saneamiento y la recuperación de la economía y el empleo,  están produciendo una dinámica con efectos asfixiantes y contrarios al objetivo anunciado, ¿es raro que la línea que representa  la evolución del mosqueo existente en la sociedad siga una trayectoria significativamente ascendente?
Todo hace pensar que la situación supera las capacidades de quienes se encuentran al frente del timón político, que la dirección y el control no está en manos de los representantes elegidos en las urnas o, lo más inquietante e inhumano, que el rumbo esté definido de antemano despreciando el desastre y sufrimiento causado.

viernes, 7 de septiembre de 2012

La esencia del deporte

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Cuando escuché que  ser parte activa en la pacificación  de las relaciones entre el Club de Fútbol Barcelona y el Real Madrid, había tenido un peso específico estimable al conceder  el premio Príncipe de Asturias de los Deportes a  Xavi Hernández e Iker Casillas (jugadores de los equipos mencionados), no pude por menos que plantearme una cuestión: adoptar una conducta  que debería ser la tónica general  en las prácticas o competiciones deportivas, ¿es motivo de  tan elevado reconocimiento?
Mal ambiente parece existir en el fútbol, si hay que galardonar la concordia,  el respeto y las buenas artes. ¿Será que la esencia del deporte se ha visto desplazada y sustituida por  una sustancia llamada dinero?

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El fruto recogido

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Ronaldo está triste, fue el titular difundido con  profusión y fuerza a través de  los medios de comunicación, pero más triste  es contemplar la trascendencia pública concedida al estado de ánimo de un deportista. Obviamente, el tono de la información no era de inquietud o preocupación por los sentimientos del jugador, sino de sorpresa,  ridiculización u ofensa ante una actitud   considerada fuera de lugar. Sin embargo,  qué es lo  relevante de un  asunto como este, ¿las sensaciones y comportamientos  personales de alguien ascendido a las cumbres de la desmesura y la vanagloria, o  los despropósitos y desajustes engendrados y nutridos con celo por el sistema? 
Hace unos días leí  una entrevista realizada a un médico, donde se decía que el supuesto ahorro a obtener con la modificación de las condiciones laborales   de varios miles de empleados de la sanidad pública, podría equipararse a la retribución de un futbolista de élite.
Si se siembra ambición y tontería, parece bastante ingenuo o absurdo  sentir semejante desconcierto ante el fruto recogido.

 

martes, 4 de septiembre de 2012

Humor millonario

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Qué impulsa a una mujer con varios miles de millones de euros a querer abrirse camino en el campo del humor es lo que puede preguntarse el personal al leer en la prensa las declaraciones hechas por la australiana Gina Rinehart, heredera de una gran fortuna familiar, en las que demanda bajar el salario mínimo con el propósito de animar y favorecer el camino de las familias hacia la riqueza.
A saber si se trata de ofrecer luz a una vocación frustrada o, simplemente, de una pasión surgida en la madurez de la vida. Pero existen bastantes dudas respecto al talento artístico y la capacidad de generar risas entre sus compatriotas; al menos, aquí tendría serías dificultades para llenar los teatros y, a buen seguro, escasearían las mandíbulas desencajadas y rotas.
En cuestiones económicas, entre los ricos también existen ciertas diferencias, pues, mientras algunas personas millonarias de distintos países hacían recientemente propuestas referidas a incrementar los impuestos a las grandes riquezas, otras abogan por remar en sentido contrario. Y entre la población, qué formaciones políticas tendrán más simpatizantes, ¿las fans del sálvese quien pueda, o las partidarias de apoyar y cuidar de la mayoría?