domingo, 30 de septiembre de 2012

Subordinadas al visto bueno

Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector

Desde los medios de comunicación se hacen frecuentes alusiones a la veracidad e independencia como garantía de la calidad informativa y del compromiso con la sociedad. Sin embargo, es habitual observar debates televisivos en los que los periodistas polemizantes se agrupan y separan atendiendo a intereses o colores políticos. Mientras se censuran las listas cerradas, la ausencia de voces autocríticas y la disciplina de voto a la que se encuentran sometidos los parlamentarios, se llevan a cabo coloquios en los que la objetividad y autonomía de los profesionales de la información quedan subordinadas a la uniformidad y al visto bueno del partidismo.
Con el paso del tiempo es posible leer o escuchar opiniones que giran como veletas, apuntando en la dirección señalada por el viento predominante del momento. Así pues, se vierten críticas y acusaciones extremadamente duras hacia un gobierno con motivo del establecimiento de relaciones económicas con determinados países, y en cuestión de una legislatura, la firma de un sustancioso contrato comercial impulsado por el nuevo ejecutivo pasa a ser un ejemplo de eficacia y buen hacer político; se menosprecian y ridiculizan las acciones llevadas a cabo por un mandatario bajo el propósito de liberar tensiones y crear lazos de amistad y convivencia entre distintas culturas, y a la vuelta de la esquina, las ondas de radio y páginas de periódicos pueden aplaudir las declaraciones hechas a favor de la alianza de civilizaciones por el nuevo presidente de la nación; o se achaca la responsabilidad del alto nivel alcanzado por la prima de riesgo a la desorientación e incapacidad de un dirigente político, y tras un abrir y cerrar de ojos, el elevado, insoportable y asfixiante interés de financiación pública es cosa de codiciosos especuladores que actúan desde el otro lado de la frontera.Y todo ello, sin sonrojarse ni cortase un pelo.