miércoles, 28 de febrero de 2018

Parece improbable

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Vayan ahorrando unos euros todos los meses para complementar la futura pensión de jubilación y ampliar las opciones educativas de los hijos, pues la vaca estatal ya no da leche suficiente para satisfacer derechos y necesidades elementales de la población al ritmo que se venía llevando. Y entonces, para qué sirve la política, se cuestiona un número creciente de ciudadanos al escuchar recomendaciones de este tipo, ¿para impulsar medidas dirigidas al progreso colectivo o para trasladar a la ciudadanía la necesidad de apretarse el cinturón y la obligación de pagar cada día más impuestos recibiendo cada vez menos servicios y prestaciones públicas? Obviamente, el Estado de bienestar no sale gratis, pero ¿es la razón principal de nuestros problemas económicos y sociales? La población es consciente de que la sociedad no permanece estática a lo largo del tiempo, sino que evoluciona y modifica modelos readaptándose a la realidad del momento, sin embargo, parece improbable que la gente acepte y comparta la idea de subirse al tren del retroceso crónico mientras contempla los excesos que tienen lugar en la fiesta reservada de la corrupción, el despilfarro y la especulación codiciosa.


viernes, 23 de febrero de 2018

Honradez y vigilancia administrativa

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Indiferente a las condiciones climáticas, el engaño tiene la capacidad de prender, crecer y reproducirse con mayor o menor éxito en cualquier lugar, dando igual que llueva más o menos, que haga frio o calor o que esté situado al nivel del mar o a tres mil metros de altura. Con raíces milenarias adaptadas a los más variados tipos de suelo, el engaño está presente en el terreno amoroso, fraternal, vecinal, profesional, informativo, político y, por supuesto, en el lucrativo, donde prolifera con una normalidad asombrosa. Hace unos días, la prensa difundía los resultados de una investigación realizada en 204 restaurantes diseminados por 15 comunidades autónomas, revelando que el 53% de los restaurantes cuyos menús estaban por debajo de los 20 euros servían un pescado diferente al indicado, porcentaje que alcanzaba el 38% en el caso de los locales con menús de hasta 50 euros y de un 11% cuando éstos superaban los 50 euros. Una estafa regular que, parece ser, salpica a importadores, intermediarios y hosteleros. Existe una falta de honradez evidente, pero también de control y vigilancia administrativa.


¿Estantería o contenedor?

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Si la intención del denunciante era evitar la difusión del libro, parece que la decisión judicial de prohibir la impresión y venta del ensayo sobre el narcotráfico en Galicia realizado por el escritor Nacho Carretero y titulado Fariña, es probable que pueda tener el efecto contrario dando lugar a una venta relámpago de los ejemplares existentes en los estantes de las librerías, así como a la multiplicación del mismo a través de copias distribuidas por la puerta trasero del mercado legal. En la etapa de la transición democrática, siendo un adolescente, llegó a mis manos una copia clandestina traducida al español de El libro rojo del cole, una obra leída con fruición de manera repetida que todavía conservo. Y qué debe hacer uno con el ejemplar de Fariña comprado con anterioridad a la medida adoptada en sede judicial, ¿guardarlo o arrojarlo al contenedor de cartón y papel (descartada la opción de la hoguera por una cuestión de cuidado medioambiental)?

martes, 20 de febrero de 2018

Es posible

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Siendo un suceso terrible, en realidad no puede decirse que sea sorprendente e inesperado, pues es un eslabón más de la larga cadena de masacres perpetradas generalmente por individuos que, por distintas circunstancias, presentan algún trastorno mental y tienen acceso a un mercado legal de armas de fuego donde pueden adquirirse incluso fusiles de asalto (es decir, armas creadas para la guerra) sin mayores dificultades. Diecisiete personas muertas es el resultado del último tiroteo indiscriminado realizado por un joven de 19 años en un instituto de educación secundaria  en Florida, y parece que buena parte de la población estadounidense descarta  cualquier modificación legislativa dirigida a restringir la adquisición y posesión de armas, al considerar que entraña menor riesgo para la vida y seguridad ciudadana estar armado que desarmado.  Una argumentación similar aplicada al ámbito de la protección nacional y fronteriza, ¿no es la que da lugar a la escalada y proliferación de armas de destrucción masiva? No se puede acabar con la intención y el deseo de matar, pero sí es factible disminuir la fabricación  de armas y limitar la posibilidad de acceder a éstas.


domingo, 18 de febrero de 2018

En tierra de nadie

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Si los ciudadanos disponen de inteligencia, libertad e información para acudir a la denominada fiesta de la democracia, es decir, participar en las elecciones donde son elegidos los representantes políticos cuya finalidad (en teoría) no es otra que la de contribuir al progreso y el bienestar social, no se entiende muy bien que surjan discrepancias entre las formaciones políticas que hagan imposible llegar a un acuerdo para reformar la Ley electoral con el objetivo de hacerla más representativa y ajustada, contribuyendo con ello a disminuir el número de votos definidos que se quedan en tierra de nadie. Dado que la intención de voto de los ciudadanos puede variar a lo largo del tiempo en función de distintas circunstancias, son muchos los ciudadanos que se preguntan por qué existe tanta reticencia a la hora de encontrar una fórmula que afine y aporte mayor equidad al sistema electoral. Hace unos años se habló mucho de la conveniencia de adecuar la cantidad de píldoras o pastillas al tratamiento requerido evitando así el desperdicio de fármacos y dinero, en cambio, parece que la preocupación por los votos perdidos es de baja intensidad.

jueves, 15 de febrero de 2018

Lo corrosivo

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Estando presentes en el ámbito educativo, religioso, deportivo, político, laboral y vecinal, lo extraño sería que se mantuvieran alejados o al margen de instituciones que desarrollan su labor en territorios donde, por diferentes circunstancias, abunda la indefensión, la pobreza y la vulnerabilidad. Y sí, también en las organizaciones no gubernamentales (ONG) hay seres con una personalidad poco dada al respeto y la empatía, depredadores sociales que usan el disfraz de la cooperación para dar rienda suelta a conductas antisociales, perversas o inmorales, como parece ser llevaron a cabo algunos integrantes de la ONG Oxfam Gran Bretaña durante el transcurso de una campaña humanitaria en Haití tras el terremoto de 2010.  Sería injusto extender la duda y el desprestigio de manera indiscriminada sobre toda una organización o colectividad, pues la indecencia de una minoría no debe empañar la dedicación honesta de la mayoría, pero teniendo presente que lo verdaderamente corrosivo para la credibilidad grupal es que puedan generarse sospechas públicas en torno a la honradez de las acciones, la transparencia en la gestión y la intransigencia organizativa desplegada contra la indignidad e ignominia.


lunes, 12 de febrero de 2018

Un tema para debatir

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¿Son los jóvenes maduros para votar una vez cumplidos los 16 años de edad?  A decir verdad, no tengo una posición sólida o definida al respecto, ni me consta que sea un tema que suscite excesiva inquietud entre los adolescentes, pero tampoco me parece un planteamiento que deba arrojarse con desdén a la papelera de los disparates.  Si a los 14 años se está capacitado intelectualmente para otorgar testamento y a los 16 años para casarse, trabajar y pagar impuestos, por qué cerrar la puerta a un debate público en torno a la posibilidad de hacerles partícipes en la construcción del mapa político del país. Hace poco más de año se hablaba bastante sobre la opción de trasladar e introducir en España un modelo de indemnización por despido laboral como el existente en la actualidad en Austria y conocido con el nombre de ‘mochila austriaca’, una nación donde las personas tienen reconocido el derecho al voto a partir de los 16 años.

jueves, 8 de febrero de 2018

En el podio de la decencia democrática

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Pasmado se viene a quedar uno tras escuchar la noticia de que un ministro del Gobierno británico presentó su dimisión por llegar unos minutos tarde a la Cámara de los Lores del Parlamento y no poder contestar a tiempo a una parlamentaria laborista acerca de la diferencia salarial existente entre hombres y mujeres en Inglaterra. La renuncia fue anunciada tras declarar sentirse avergonzado y pedir disculpas por el retraso. Y pensar que algo así sólo podía suceder en territorio español, donde la dimisión política es una virtud puesta en práctica con agilidad y tan típica como la paella, la fabada, el gazpacho o el marmitako de bonito. Está muy bien que otras naciones vayan tomando nota y traten de emular nuestras sanas tradiciones y cualidades democráticas, dando prioridad a la decencia y al bienestar general por encima de los intereses partidistas e individuales.  Aquí marcamos la diferencia, pues una simple mentira es motivo suficiente para pedir perdón y abandonar cualquier cargo público con gran rubor y las orejas gachas. ¡Como para no estar satisfechos y sentirse orgullosos!

sábado, 3 de febrero de 2018

Un despropósito

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Una marea de indignación española es lo que, por lo visto, llegó a generar en Internet un artículo de tinte satírico publicado el pasado 21 de enero en el prestigioso diario británico ‘The Times’, donde el autor echa mano de una cadena de tópicos y calificativos peyorativos para definir el carácter y conducta de los españoles, señalando a sus compatriotas una serie de pautas de comportamiento  a adoptar si desean pasar un tanto desapercibidos cuando visiten nuestro país; habitado, según considera, por gente impuntual, tosca, maleducada, desagradecida y poco laboriosa. Lo sorprendente del tema, es que no se trata del escrito personal de un ciudadano inglés que manifiesta públicamente su estado de asombro o cabreo tras ser víctima de la descortesía, el engaño o el desprecio mostrado por determinados aborígenes ibéricos, sino que se divulga en un periódico de gran difusión nacional favoreciendo con ello la formación de prejuicios y opiniones que no se ajustan a la realidad general. Por supuesto que hay ciudadanos que responden al perfil descrito en el artículo, aunque no es algo en lo que España tenga la exclusiva.