El Comercio>Opinión>cartas del lector
Ocupaba
apenas treinta líneas de una columna situada en el margen derecho de la página
del periódico, una noticia más acerca de un trágico y aislado suceso (por
fortuna) acontecido en un lugar lejano, sin embargo, la lectura del titular me
dejó sorprendido, un tanto incrédulo y pensativo: “Un niño saudí de 4 años mata a su padre por no comprarle una
PlayStation”. Un encabezamiento no exento de ciertas dosis de sensacionalismo
que, a primera vista, capta la atención
del lector y le invita a bucear hasta tocar el fondo, pero, ¿no es un error y
desacierto atribuir una muerte intencionada (un crimen) a un niño con cuatro
primaveras? La curiosidad me llevó a realizar una búsqueda en Google,
constatando que el titular estaba presente en un buen número de diarios
escritos y digitales.
Atendiendo
a estudios e informes de expertos en psicología, al sentido común y al mayor o
menor contacto que se haya tenido con algún niño de esa edad, podría decirse
que tan llamativa información habría sido
fruto de la premura, el desconocimiento o
la falta de reflexión. Por un lado,
existen ciertas diferencias entre los expertos a la hora de establecer la edad
con la cual comenzamos a tomar conciencia de la muerte, a hacernos cargo de la
irreversibilidad de la misma, aunque estaría comprendida entre los 6 y 9 años.
Es decir, aun presuponiendo que el niño hubiese efectuado el disparo por la
negativa del padre a adquirir la videoconsola, las consecuencias del acto le
son totalmente desconocidas y, probable y tristemente, traumáticas para su
presente y futuro. Por desgracia, el progenitor no era virtual, no se levantaba
reiniciando el juego, no volverá a abrazarle ni contarle un cuento. Por otro,
cómo se puede dejar una pistola cargada al alcance de una criatura, ¿fue una imprudencia
con origen en la distracción o una
temeridad cotidiana? En cualquier caso, la bala dejó dos víctimas, una de pie y
otro tendida en el suelo.