En el supuesto de que los artículos, espacios de opinión, secciones de
fotografía y reportajes del Magazine del 5 de agosto, fueran transformados en
acordes o notas musicales, la composición resultante tras encadenar el contenido
de las poco más de sesenta páginas, sería arrítmica, extravagante y con un
particular sentido de la armonía, un tema no exento de acentuados contrastes y
salpicado con irregulares salidas de tono o desafines.
Muestras de talento e inquietud juvenil; voces de reflexión, censura y hastío hacia las conductas públicas
inmorales, excluyentes, partidistas y
desvergonzadas; señales de adicción por el éxito y reconocimiento social;
recuerdos de acontecimientos teñidos de sinrazón, crueldad y tristeza; evidencias
de los desaforados desajustes existentes a la hora de valorar el la aportación
o contribución social por el trabajo o rol desempeñado; y testimonios de aflicción y desconcierto ante
situaciones familiares al borde del abismo económico. En fin, un fiel reflejo del mosaico social, del
variopinto y perturbador mundo en que vivimos.