La Voz de Cádiz>Opinión>cartas del lector
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector
La Verdad>Opinión>cartas del lector
La Nueva España>Opinión>cartas del lector
La Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
El Comercio>Opinión>cartas del lector
Hoy>Opinión>cartas del lector
Diario Sur>Opinión>cartas del lector
Hoy>Opinión>cartas del lector
Diario Sur>Opinión>cartas del lector
Los menores son destinatarios de campañas de concienciación,
sensibilización y adiestramiento en materias que pueden entrañar un riesgo para
la salud y el bienestar, reciben información a través del colegio, la
televisión, la radio e internet sobre las precauciones a tomar con el fin de
evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos indeseados, acerca de la
conveniencia de respetar las recomendaciones y normas de seguridad vial o
respecto a las medidas preventivas a adoptar al establecer contactos con
desconocidos en la red. Pues, ante los penosos e indignantes desfiles de
modelos que tienen lugar en los últimos tiempos en las pasarelas
judiciales de la corrupción nacional, y considerando la gravedad de los
múltiples perjuicios políticos, económicos y sociales (erosión de la
democracia, deudas públicas innecesarias, incremento de listas de espera en la
sanidad, etc.) causados por el asentamiento de la deshonestidad en las
instituciones democráticas de nuestro país, también sería muy conveniente educar
desde la infancia sobre la necesidad de ser personas honradas y comprometidas
con el progreso general.