sábado, 10 de noviembre de 2012

Objetivos individuales y cortoplacistas

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No me parece demasiado atrevido afirmar que el florecimiento humano requiere el florecimiento de las disciplinas de humanidades, es una frase contenida en el discurso pronunciado por la Sra. Martha C. Nussbaum, Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2012,  una idea y aspiración que, a tenor de lo  observado y acontecido en la actualidad, no forma parte del catálogo de prioridades de la globalización económica y mercantil, la que predomina y establece  objetivos individuales y cortoplacistas alejados de la sensibilidad social.
Los estudios considerados como inútiles para la aplicación y producción destinada a obtener rápidos y sustanciosos beneficios en metálico, parecen haber entrado en la senda de la devaluación, estar destinados a la marginalidad, pues docentes y alumnos de las ramas de  Arte y humanidades y Ciencias sociales tienden a ser mirados por encima del hombro e introducidos en el catálogo de segunda clase, de escaso provecho para el fin esperado: dinero, dinero, dinero.
Como también dice la premiada, perseguir el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) sin respetar y tener en cuenta la dignidad humana, la justicia social y la conservación del entorno, no es una meta cabal y acertada.