Unos días después de que la
ministra de trabajo dijera que veía señales esperanzadoras en la
economía, el Premio Nobel de esta disciplina, Joseph Stiglitz,
indica que no percibe la luz del final del túnel y pronostica que con las
actuales políticas de austeridad impuestas en Europa, responsables en su
opinión de estar peor ahora que hace cinco años, la oscuridad seguirá presente
en el camino.
Atendiendo a parámetros o indicadores
que miden y señalan la situación del país en cuestiones tales como el nivel de
desempleo, la extensión de la pobreza, la evolución del poder
adquisitivo, el interés el índice de desigualdad en los ingresos, la
penetración de la corrupción, la satisfacción de la población con los representantes
políticos, la confianza en la justicia o el fracaso escolar,
resulta complicado encontrar motivos que den lugar a la alegría y
esperanza. Es decir, las circunstancias económicas, políticas y sociales
del momento presentan bastantes más sombras que claros. Por desgracia, los
sentimientos y las cifras cantan.