miércoles, 28 de noviembre de 2012

Erróneo y estéril

El Comercio>Opinión>cartas del lector


Discutir y establecer diferencias entre peatones, ciclistas, motoristas y conductores de coches, camiones o autocares, parece un debate erróneo y estéril, pues no se trata  de, digamos, el rol circulatorio desempeñado, sino de la actitud adoptada por las personas al conducirse por la vida. La prepotencia, la desconsideración o el egoísmo son aspectos portados en las mochilas individuales, con independencia del medio usado para desplazarse.
Por ello, a la hora de dialogar y adentrarse en la búsqueda de soluciones dirigidas a mejorar la fluidez del tráfico, la reducción de emisiones contaminantes y la mejora de la calidad de vida de la población,  sería recomendable dejar a un lado los posicionamientos de enroque y las descalificaciones y contemplar los posibles escenarios teniendo en cuenta que, en función de las circunstancias, un  ciudadano anda, pedalea y guía un vehículo a motor en el mismo día.
Uno puede salir de casa, cruzar la calzada con imprudencia de camino al garaje, subirse en la bicicleta y  pasar  semáforos en rojo hasta llegar al trabajo,  conducir el vehículo de empresa sin prestar demasiada atención a quienes esperan en los pasos de peatones y, después,  defender o criticar  cada situación con énfasis y apasionamiento. Cuando los principios adolecen de cierta consistencia, la conducta puede tomar la forma de cualquier recipiente.