jueves, 22 de noviembre de 2012

Escasa sensibilidad y aprecio

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Si además de comer carne y pescado (cuestión que da lugar al sacrificio de animales), uno practica de manera ocasional la pesca de recreo, no me parece que se goce de  una posición de fortaleza moral suficiente como para recriminar a quienes practican la caza deportiva de manera razonable y respetuosa, es decir, teniendo presente las normas encaminadas al cuidado y la preservación de las especies, y tratando de evitar un sufrimiento gratuito e innecesario a los animales.
En cambio, ver en la prensa la imagen de un cargo público de las Islas Baleares con los testículos de un ciervo posados en la cabeza, una sonrisa exultante,  sangre arrollando por la cara  y los brazos en alto haciendo el signo de la victoria con ambas manos, me ha resultado grotesco, desagradable y siniestro, una actitud de difícil justificación y nada edificante. En realidad, refleja escasa sensibilidad y aprecio hacia las presas.