viernes, 29 de junio de 2012

Comercio sexual

La Vanguardia>Opinión>cartas del lector

Aun estando en vigor una ordenanza municipal que prohíbe el ejercicio de la prostitución en la calle, leo en la prensa que el municipio de La Jonquera se ve incapaz de suprimir un comercio sexual que está protagonizado por jóvenes llegadas de otros países. Por desgracia, el estado de humillación y sometimiento al que se ven forzadas millones de mujeres no es una cuestión que pueda resolverse con la mera aplicación de medidas coercitivas. Para ello, deben cambiar las circunstancias culturales y económicas predominantes en la actualidad en buena parte del mundo.
Algo que llama la atención es el clima de hipocresía y contradicción social reinante ante un problema de tal calado, pues se muestran grandes dosis de rechazo e inquietud ante la visibilidad del pecado. Pero no es así si este se lleva a cabo de manera subrepticia. Da la impresión de que lo preocupante y molesto no es la sinrazón y la pobreza, sino la fea imagen que presenta.