jueves, 30 de junio de 2011

El cuento de la lechera

Especial El País 35 aniversario>cartas del lector

Y de pronto, ¡zas!, surge el eclipse y se cierne la oscuridad sobre la ficción de El Dorado para todos. Hemos pasado de la avidez e irracionalidad en el consumo a echar el freno de mano y hacer un trompo que origina un giro de 180º, de la bulimia especulativa en el sector de la construcción a la anorexia del ladrillo, del récord de ventas de vehículos 4x4 y de gama alta al despido y regulación de miles de empleados del sector del automóvil, de la alegría y juerga prestamista a la abstinencia o riguroso celo, de la compraventa de acciones a la solicitud de ayudas sociales. Es decir, se ha materializado una vieja fábula: el cuento de la lechera.
Hay sobrados motivos para que cunda la indignación, para demandar la adopción de medidas políticas dirigidas a prevenir futuras crisis derivadas de la especulación y codicia, para solicitar la asunción de responsabilidades, para disminuir las enormes brechas sociales existentes..., aunque parece evidente que, independientemente de la poca, mucha o nula contribución y responsabilidad en la alimentación de la reciente quimera económica, todos debemos extraer conclusiones.