El Comercio>Opinión>cartas del lector
Nuestra hija ha finalizado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), etapa en la que tuvo y conoció a buen número de profesoras y profesores que, en mayor o menor medida, han participado directamente en su formación técnica y educación cívica. Nunca nos pareció acertado, ecuánime o elegante participar en la adquisición de regalos materiales (pulseras, pendientes, etcétera.) destinados a un enseñante concreto, olvidándose del resto de sus compañeros de curso, y tampoco hemos creído que la falta de esfuerzo o respeto de los estudiantes deba ser compensada agasajando o haciendo la pelota a la maestra o maestro correspondiente. Sin embargo, y sin desmerecer la competencia y labor de nadie, deseamos agradecer y reconocer la profesionalidad, actitud y entrega demostrada por el profesor Isidoro Hidalgo González (I.E.S. Padre Feijoo de Gijón), que ha sido capaz de generar durante cuatro años continuados un sentimiento inusual en un alumno/a: el deber de volcarse en la asignatura con el propósito de ofrecer una respuesta que estuviera al nivel del trabajo hecho por el docente.
