miércoles, 29 de septiembre de 2010

Fraude intelectual

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Para una chica o mujer dinámica, urbanita, libre, moderna, independiente, transgresora, sin miedo al cambio y que sabe lo que quiere, son eslóganes publicitarios muy utilizados en la actualidad y detrás de los cuales hay un notable contrasentido. Resulta que, invocando conceptos idílicos de desarrollo personal y conquistas sociales del sexo femenino, se trata de conducir e introducir a la mujer en el estacional edil de la moda; o sea, un fraude intelectual que proporciona una extraordinaria rentabilidad económica. Es lamentable ver a chicas de 14 ó 15 años llenas de tiritas que procuran mitigar el sufrimiento causado por las múltiples heridas hechas por unos inadecuados e incómodos zapatos de elevados tacones, o que tienen problemas de autoestima porque sus pechos difieren de la supuesta talla estándar, o que miran y tratan de forma despectiva a otras jóvenes porque su 'look' no pertenece a los catálogos en vigor. ¿Desde cuándo alineación y subordinación son sinónimos de libertad, rebeldía o independencia?