El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector(09/09/10)
Decir que mis vecinos han sido padres recientemente no es un acontecimiento inusual ni, por supuesto, destacable socialmente. Aunque, teniendo presente el rumbo tomado por la política de algunos gobiernos de países europeos y la capacidad de propagación de la misma en un contexto de crisis económica que castiga a millones de familias, uno se pregunta si los pequeños gemelos crecerán en una sociedad que les dé la espalda por el mero hecho de que uno de sus progenitores es de etnia gitana o, si por el contrario, vivirán en un entorno que les brinde la oportunidad de integración y progreso al que, como cualquier ciudadano español, tienen derecho.
Cuando la joven pareja alquiló la vivienda en el edificio pude escuchar comentarios cargados de prejuicios y manifestaciones de preocupación que, pasados los meses, se han volatilizado o transformado en satisfacción debido a su comportamiento y atención hacia las normas de convivencia.
Nunca sentí desasosiego por los orígenes de mi vecino de puerta y tampoco me indigna o molesta que, casualmente, los restos de su padre descansen al lado de los del mío.
Al juzgar a los seres humanos, el color u otros rasgos físicos de la materia prima no es lo realmente importante.
