martes, 21 de septiembre de 2010

Jubilaciones más personalizadas

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La sostenibilidad y calidad del sistema de pensiones no es un hecho que pueda mantenerse de espaldas a las perspectivas demográficas, al mercado laboral o a la situación económica del país y, puesto que el mundo no permanece estático, no parece insensato intentar revisar y adecuar normas o criterios que procuren la viabilidad y consolidación del mismo. Pero, puesto que existen factores ligados al trabajo que inciden directamente en la calidad y esperanza de vida, así como aspectos o condicionantes consustanciales a la edad de las personas que influyen en la eficiencia y seguridad laboral, ¿es eficaz, racional o equitativo establecer un tratamiento genérico? Se estima que por cada 15 años de actividad laboral nocturna se envejecen prematuramente unos 5 años. Se calcula que los trabajadores sometidos a condiciones laborales adversas tienen una media de vida sustancialmente inferior (incluso más de una década) a los profesionales con cualificaciones y rentas más elevadas. O es sabido que el desempeño de determinados oficios es incompatible con las mermas físicas propias del desgaste y el envejecimiento. En el tiempo de la televisión a la carta, de la telefonía adaptada a las necesidades, de los vehículos tuneados..., ¿es descabellado ir pensando en jubilaciones más personalizadas?