martes, 28 de octubre de 2014

Erosión de la ingenuidad

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La ingenuidad es algo que va erosionándose con el paso del tiempo, sufriendo el desgaste causado por la acción continuada de agentes como el cinismo, la deslealtad, la arbitrariedad, el clientelismo o la avaricia. Es difícil que, a cierta altura de la vida,  la catedral de la utopía y los sueños levantada en la adolescencia y juventud permanezca inalterable ante el  choque y  el azote intenso e insistente de las desvergüenzas, inmoralidades e injusticias presentes de manera dominante en la realidad política, económica y social. Sin embargo, la pérdida de inocencia y confianza de nuestros hijos respecto a las promesas y cantos de la política está teniendo lugar de forma prematura, al darse de narices con una verdad hostil y frustrante, con un proyecto de sociedad que les conduce hacia situaciones más desfavorables que las de sus progenitores, a caminar marcha atrás. Aunque como la juventud es fuente de fuerza, ilusión e iniciativa,  en vez de mantener una actitud de abandono y resignación  ante el horizonte planificado, parece que los jóvenes han decidido introducirse en el terreno de juego de la política con la intención de  reprogramar un sistema que no les seduce ni entusiasma. Y tampoco a los padres.