En reconocimiento a una labor
encomiable, la Federación Española de Bancos de Alimentos
recibió el premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012, decisión
que, lejos de despertar rechazo social y político, obtuvo una aprobación
mayoritaria. Por ello, es chocante encontrarse con reproches hacia una decisión
política encaminada a proporcionar a los niños andaluces en situación de
pobreza un mínimo de tres comidas al día. Con independencia del
color político, ¿no debe estar en la agenda de preocupaciones y tareas de
los gobiernos la de procurar que los ciudadanos no
pasen hambre? Por un lado se aplauden las acciones solidarias de la
ciudadanía a la hora de combatir penurias, y por otro se critican medidas
y acciones estatales destinadas al mismo objetivo. Los mismos ojos con miradas
opuestas.