Hasta que el nivel de concienciación,
sensibilidad y preocupación por el bienestar del ser humano, no suba
peldaños y extienda por el mundo sin atender a fronteras, etnias o
culturas, gran parte de la población global continuará atrapada bajo las garras
de la miseria y el desamparo. Una tragedia humana demasiado voluminosa para
trasladarla a las onegés, que, como se indica en el reportaje ‘La
cooperación toca fondo’ (Magazine del 7 de abril), no disponen de la
capacidad económica y política necesaria para solucionar tamaño
desbarajuste y despropósito.
Se hace imprescindible una alianza
internacional que interiorice y fomente políticas que, de manera transparente e
inequívoca, vayan dirigidas a combatir la elevada concentración de codicia e
injusticia que deteriora la vida de las personas. Paralelamente a los
anuncios de recortes en educación, sanidad, servicios sociales y ayuda al
desarrollo, son publicadas investigaciones periodísticas que dan cuenta de la
abundancia acumulada en los paraísos fiscales.