domingo, 7 de abril de 2013

Idolatría

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector


Fue más una cuestión de curiosidad por escuchar y ver de cerca al mito que de seguimiento y gusto por su música, y, la verdad, no puedo decir que guarde un grato recuerdo del concierto en directo que David Bowie (Magazine del 17 de marzo)  ofreció hace veintidós años en Gijón, pues no atendió ni tuvo consideración alguna con un público que le pedía calurosamente la salida al escenario para prolongar unos minutos más una noche de entrega y conexión entre fans y artista. Después de aquello, perdí cualquier interés por el personaje.
Cuando leo que hay adolescentes que se pasan hasta tres semanas acampados a las puertas de los recintos donde actúa el fenómeno de masas llamado Justin Bieber, se me rompen los esquemas, es algo que supera mi capacidad de entendimiento. ¿Es razonable e inocuo tal grado de idolatría?  Cada cosa en su medida.