El País>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
Que el lucro y las prebendas no
son fines perseguidos por la totalidad de las personas que desarrollan
actividades políticas, es algo evidente y demostrable a través de innumerables
currículums, de trayectorias marcadas con hitos de coherencia y honestidad,
pero qué decir de quien a pesar de mantener actitudes indecorosas y
desleales se aferra al cargo sin asomo de rubor ni arrepentimiento. Si
como se declarara en repetidas ocasiones, en la política se pierde dinero, la
solución es sencilla y está al alcance de cualquiera: dimitir para recuperar
tranquilidad e incrementar los ingresos.
Al indicar que los salarios de
los políticos deben ser atractivos al objeto de hacer un efecto llamada
para atraer e implicar a los más brillantes y competentes, ¿quiere
decirse que las personas con moderadas aspiraciones económicas tienen
limitaciones que les confieren la cualidad de incapaces y mediocres?
La dedicación al servicio
público, ¿es una cuestión de dinero y opulencia o de concienciación e ideas? Lo
que hace falta es decencia, talento, entrega y mecanismos de control exentos de
contaminación.