Diario Público>Opinión>cartas del lector (18/07/10)
¿Qué incidencia o eficiencia puede tener la educación sexual de los jóvenes en la disminución del número de embarazos indeseados o de contagios de enfermedades de transmisión sexual cuando la dirección principal de la misma va dirigida hacia el terreno de la abstinencia?
Las concepciones, juicios, nociones o ideas personales acerca de las relaciones sexuales son diversas y respetables, aunque en esta materia las medidas encaminadas a la prevención tendrán escaso éxito si no se tienen los pies en la tierra, si no se observa o se soslaya la realidad social circundante.
Según un sondeo de opinión de 2008 publicado por el Instituto de la Juventud, el 11,7% de chicos y el 5,4% de chicas menores de 15 años de edad habían mantenido relaciones sexuales completas; en las edades comprendidas entre los 15 y 17 años los porcentajes fueron del 53% en chavales y del 45% en chavalas; entre los 18 y 20 años la cifra fue del 26,6% en hombres y del 37,7% en mujeres. O sea, al alcanzar la edad de 20 años el 91% del sexo masculino y el 88% del femenino habían realizado el acto sexual completo.
Sin embargo, la cuarta y tercera parte de chicos y chicas respectivamente, no habían utilizado preservativo en las tres últimas relaciones, es decir, un porcentaje respetable de la juventud comete la imprudencia de jugar con cierta frecuencia a la ruleta rusa.
Por ello, ¿sería acertado que las políticas de Estado miraran hacia otro lado?
Las concepciones, juicios, nociones o ideas personales acerca de las relaciones sexuales son diversas y respetables, aunque en esta materia las medidas encaminadas a la prevención tendrán escaso éxito si no se tienen los pies en la tierra, si no se observa o se soslaya la realidad social circundante.
Según un sondeo de opinión de 2008 publicado por el Instituto de la Juventud, el 11,7% de chicos y el 5,4% de chicas menores de 15 años de edad habían mantenido relaciones sexuales completas; en las edades comprendidas entre los 15 y 17 años los porcentajes fueron del 53% en chavales y del 45% en chavalas; entre los 18 y 20 años la cifra fue del 26,6% en hombres y del 37,7% en mujeres. O sea, al alcanzar la edad de 20 años el 91% del sexo masculino y el 88% del femenino habían realizado el acto sexual completo.
Sin embargo, la cuarta y tercera parte de chicos y chicas respectivamente, no habían utilizado preservativo en las tres últimas relaciones, es decir, un porcentaje respetable de la juventud comete la imprudencia de jugar con cierta frecuencia a la ruleta rusa.
Por ello, ¿sería acertado que las políticas de Estado miraran hacia otro lado?
Formación, información, concienciación y una adecuada cobertura sanitaria, son los ingredientes recomendados por la mayor parte de los expertos y profesionales.
