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El Montañes>Opinión>cartas del lector
Cuando un ciudadano en su tiempo libre asume voluntariamente una situación de riesgo cuyo desenlace acaba requiriendo la prestación, movilización e intervención de los recursos públicos de localización, rescate o asistencia sanitaria, es obvio que éste tendrá sobrados motivos para reconocer y agradecer la vital e inestimable ayuda proporcionada. Por ello, resulta complicado entender y asimilar que uno de los tres cooperantes de una ONG secuestrados por Al-Qaida en Mali pueda solicitar y, en su caso, recibir una indemnización como víctima del terrorismo, porque, ¿cuánto dinero han costado al erario público las acciones llevadas a cabo para obtener su liberación? ¿Hubo personas que arriesgaran su libertad o integridad física en esa misión?
No es una cuestión de donar o no donar la cifra a la que pudiera tener derecho, sino de llegar a contemplar la posibilidad de aceptar una compensación económica tras ser devuelto a su hogar con vida.
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Cuando un ciudadano en su tiempo libre asume voluntariamente una situación de riesgo cuyo desenlace acaba requiriendo la prestación, movilización e intervención de los recursos públicos de localización, rescate o asistencia sanitaria, es obvio que éste tendrá sobrados motivos para reconocer y agradecer la vital e inestimable ayuda proporcionada. Por ello, resulta complicado entender y asimilar que uno de los tres cooperantes de una ONG secuestrados por Al-Qaida en Mali pueda solicitar y, en su caso, recibir una indemnización como víctima del terrorismo, porque, ¿cuánto dinero han costado al erario público las acciones llevadas a cabo para obtener su liberación? ¿Hubo personas que arriesgaran su libertad o integridad física en esa misión?
No es una cuestión de donar o no donar la cifra a la que pudiera tener derecho, sino de llegar a contemplar la posibilidad de aceptar una compensación económica tras ser devuelto a su hogar con vida.
