domingo, 10 de noviembre de 2013

Patéticos tratamientos

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector

Con regularidad,  mandatarios de múltiples naciones acuden a  cumbres internacionales donde la agenda del día está perfumada con buenas intenciones y cargada de mensajes que acarician el oído de la ciudadanía. Hay días señalados en el calendario en los que, año tras año, se conmemora la lucha contra el trabajo infantil, la pobreza, la discriminación racial o la guerra.  Periódicamente, galardones como Los Premios Nobel y Los Premios Príncipe de Asturias reconocen y ensalzan la labor y el compromiso  de las personas u organizaciones en pro de la  convivencia y el bienestar colectivo. Y, sin embargo, como dice  Ángeles Caso en su artículo del 27 de octubre, parece que el rumbo de la globalización está marcado por vientos huracanados de ambición e indiferencia que condenan a gran parte de la población mundial a malvivir en entornos de penuria, exclusión y violencia, circunstancias que acaban dando lugar a  tragedias como la acontecida recientemente en aguas próximas a la isla de Lampedusa. Aunque, para suavizar y enmascarar el mal olor de la vergüenza en estado de descomposición, existen patéticos tratamientos a base de eufemismos e hipocresía.