Diario Sur>Opinión>cartas del lector
Cada vez es mayor el número de
voces que muestran preocupación y alertan sobre el aumento paulatino de la superficie
que las formaciones u opciones alejadas de la moderación ocupan en el mapa
político europeo. Sin embargo, parece que el viento de las
políticas predominantes en el continente sopla en una dirección que no
ayuda a corregir y disminuir la intensidad de los factores de riesgo, pues día
a día se suceden e incrementan las manifestaciones de descontento y hastío de
los ciudadanos en distintos países. Y es que, a cada paso que avanza la rapiña,
el desequilibrio distributivo y la erosión del Estado de bienestar, crece
la desconfianza y el desapego hacia la democracia y se recortan las
distancias de los caminos que conducen a los extremos. Se dice que cuando la
precariedad entra por la puerta, la ética puede salir por la ventana. Para
combatir la corrosión hay que eliminar las causas que la producen, así
como aplicar tratamientos de saneamiento y protección sobre las partes
afectadas, cuestiones que deben encontrarse entre los objetivos
prioritarios de los gobernantes.