viernes, 15 de noviembre de 2013

Intenso olor a añejo

La Vanguardia>Opinión>cartas del lector
Hoy>Opinión>cartas del lector
20Minutos>Opinión>cartas del lector
El Montañés>Opinión>cartas del lector
El País>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
El Comercio>Opinión>cartas del lector

Aunque no está en mi cabeza regalar o recomendar a una mujer un  libro del estilo “Cásate y sé sumisa”, pues nunca he logrado llegar a entender  que  aproximadamente la mitad de la población mundial deba disfrutar de un menor grado de derechos sociales y dignidad personal por el mero hecho de haber nacido con el sexo femenino, la verdad es que la publicación del título mencionado no me ha causado sorpresa o estupor.  Como es sabido, el progreso científico y tecnológico y las ideas no siempre caminan de la mano, y estar en el siglo XXI no significa que los planteamientos  o esquemas mentales con intenso olor a añejo  estén en vías de desaparición. A poco que se practique el ejercicio de asomarse a la ventana de la realidad global y observar el paisaje cotidiano,  el espacio reservado para el asombro va estrechándose (no así el de la indignación motivada por el volumen de necedad, intolerancia, atropello y discriminación que arrolla sin miramiento alguno la vida de tantas mujeres).   En materia de respeto e igualdad de género (y también en desigualdad social), por desgracia, es obvio que aún queda mucho por recorrer.