Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
Vemos cómo los gobiernos de distintas
naciones son capaces de lograr, en un corto periodo de tiempo,
acuerdos y acciones de cooperación dirigidas a la prevención, la protección o
el rescate de ciudadanos y bienes que han sido víctimas de secuestros al
realizar actividades como pueden ser la pesca, el transporte o la ayuda
humanitaria. En cambio, ante otros asuntos que tienen la capacidad
de causar graves e irreversibles perjuicios a millones de personas, así como a
la economía y la cohesión social de los países, tal como la evasión de
capitales, la especulación con el precio de alimentos básicos, la esclavitud laboral
o la pérdida de músculo de la política frente al fortalecimiento de
la mezquindad económica, parece existir gran relajación, despiste,
connivencia o indiferencia.
Si un organismo como la Organización de
Naciones Unidas (ONU), da muestras de incapacidad a la hora de evitar o
secar ríos de sangre inocente e indefensa, qué cabe esperar ante el
sufrimiento y saqueo incruento.