La fotografía de la sección Se habla de… (XL Semanal Nº 1247) ofrece pocas dudas acerca de la espantosa atmósfera de tensión, odio y horror presente en Libia, país azotado por la locura y sinrazón de la guerra. Recientemente, hubo una petición a nivel internacional cuyo propósito era evitar la ejecución del condenado a muerte, Troy Davis, preso durante más de veinte años en el corredor de la muerte por un caso de asesinato que, parece ser, no estaba exento de incertidumbres, y sobre el que nunca llegó a confesar su autoría. La sentencia fue cumplida en el estado de Georgia (EEUU). Considerando la mirada de desprecio y los gestos amenazantes del rebelde libio hacia el presunto mercenario detenido, así como la situación de inseguridad y arbitrariedad reflejada en la imagen, no es difícil imaginar el tipo de proceso al que habrá sido sometido, así como el resultado del veredicto. ¿Cuántas personas anónimas son víctimas de la barbarie o injusticia en los enfrentamientos bélicos sin ningún tipo de cortapisa?