domingo, 9 de octubre de 2011

Apaga y vámonos

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector

A primera vista uno puede creer   que se trata de un ave de considerable tamaño buscando alimentos en una laguna, humedal o marisma. Obviamente,  cuando la mirada se detiene y escruta la imagen de la sección 30” (Magazine del 25 de agosto de 2011) la duda identificativa queda resuelta, aunque dando paso a una erupción de enigmas y emociones. Mientras millones de personas en diferentes lugares del mundo que, como la mujer cubierta con hojas de palmera de la fotografía, trabajan largas jornadas bajo condiciones laborales tan duras y penosas a cambio de salarios con los que apenas logran cubrir sus necesidades básicas, unos cuantos señores obtienen enormes beneficios económicos en un abrir y cerrar de ojos especulando con materias primas como el arroz, maíz, trigo o azúcar, y sin despeinarse ni exponerse a más riesgos físicos que el de estar situado en la trayectoria del corcho de una botella de champán de miles de euros. Si las leyes de los mercados justifican  un mundo donde la mayoría sufre o pringa y algunos lo celebran, apaga y vámonos.