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Si al
efectuar una consulta digital acerca de las previsiones meteorológicas para la
ciudad de Madrid a dos días vista, una página web señala que la probabilidad de
precipitaciones es del 70% y otra la sitúa en el 95%, uno se hace a la idea de
por dónde van a ir los tiros. Diferente sería que los pronósticos apuntaran en
direcciones contrarias indicando lluvia y cielo despejado al mismo tiempo. Pues
bien parece que, a la hora elaborar encuestas relativas a supuestos resultados
electorales, lo mismo puede ser pronosticada la entrada de un anticiclón que de
una borrasca. El fin de semana pasado, dos encuestas publicadas por diferentes
periódicos sobre la intención de voto al PSOE después de que Pedro Sánchez
accediera de nuevo a la secretaría del partido tras ganar el proceso interno de
primarias, marcaban tendencias opuestas (subida y bajada simultáneamente). No
sé si tiene mayor complejidad entenderlo que explicarlo, aunque lo cierto es
que la credibilidad de las mismas cada día está más en entredicho, colgada de
un hilo.
