sábado, 24 de marzo de 2012

Ambiente sombríos

La Voz de Asturias>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector

Salvo que existan intereses inconfesables, una reacción normal ante la intervención de los bomberos que controlan y apagan un incendio evitando su voraz y destructiva propagación, es  sentir  y/o mostrar cierto grado de reconocimiento y alegría. Sin embargo, más  calma y satisfacción proporciona  conocer que  los cuerpos de extinción permanecen tranquilos en el  parque, sin necesidad de salidas y actuaciones  encaminadas a limitar daños y perjuicios. Algo así es lo que sucede con los casos de corrupción y las sentencias condenatorias  pues, por un lado, es gratificante saber que las instituciones y mecanismos del Estado   están atentos y operativos ante conductas injustificables;  y, por otro,  más deseable sería para la economía del país y el  nivel de decepción e indignación de la ciudadanía, que no existiera esa inclinación hacia  la deslealtad y el desfalco  de las arcas públicas. Ahora bien, mientras que los incendios son luminosos, visibles y fácilmente localizables,  introducir la mano en la caja pasa bastante más desapercibido. Dado que la ambición y la mala fe aprovechan los ambientes sombríos, ¿no deberían dotarse de mejor iluminación las zonas oscuras? Si otras naciones de la Unión Europea ofrecen a sus ciudadanos nitidez en la cuentas, ¿hay algo que impida imitarles?