El Comercio>Opinión>cartas del lector(16/05/11)
Recientemente, el ministro de Trabajo indicaba que serán necesarios lustros de moderación y sensatez salarial para recuperar el crecimiento de la economía española. En los últimos días la prensa ha ofrecido información acerca de un estudio realizado por la consultora Deloitte, destacando que el número de familias ricas (con al menos un millón de dólares) en España pasará del millón que hay en la actualidad a 1,6 millones en 2020; o sea, en los próximos nueve años. ¿Habrá un error en alguno de los dos pronósticos?, ¿o estará acertada la teoría que escuché a una empleada de la frutería? Decía la mujer, en respuesta a un comentario realizado por un cliente respecto a la economía del país, que muchas de las adversidades del presente no se debían a la falta de dinero, pues este ni se pierde ni destruye, sino a que había cambiado de manos.
Es evidente que la retribución percibida por los trabajadores no sale del aire ni de la caridad de las empresas, sino de las tareas desarrolladas y del éxito que los productos o servicios ofrecidos alcancen en el mercado; es decir, sin productividad y rentabilidad no hay puesto de trabajo. Pero, ¿es razonable formar una sociedad en la que la disparidad de ingresos entre los hogares, lejos de moderarse, tienda a pronunciarse?
