jueves, 20 de mayo de 2010

Trabajo e inmigración

La Voz de Asturias>Opinón>cartas del lector

Hace unos días en Punta Umbría, varios centenares de personas hicieron cola con la intención y esperanza de ser seleccionados para ir a trabajar a Dubai como peones de albañil por un supuesto salario de unos 600 euros diarios, con jornadas laborales de doce horas y arduas condiciones de trabajo. Si los trabajadores procedentes de países como pueden ser la India, Pakistán o China están cobrando entre 200 o 300 euros al mes en el sector de la construcción, difícilmente tiene encaje en la lógica del mercado que los empresarios árabes paguen a un español por un día de trabajo la retribución equivalente a dos mensualidades de otro trabajador extranjero. Tanta generosidad económica por una cuestión como es el lugar de procedencia? Altamente sospechoso, porque es improbable que los dubaities estén confundidos o no capten el sentido de los chistes acerca de la productividad de los peones de Bilbao.
Independientemente de las suspicacias que este hecho pueda generar, ello induce a la reflexión: ¿no guarda ciertas similitudes con lo ocurrido a otros trabajadores/as que quieren venir a nuestro País? La inmensa mayoría de los inmigrantes no se aleja de sus seres queridos y lugar de origen para delinquir, sino por el legítimo deseo de abandonar situaciones muy adversas u obtener mayor prosperidad.