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Además de las hemorroides, hay más dolencias que se sufren en
silencio, tal como refleja la noticia ofrecida por los medios de comunicación
sobre un matrimonio de septuagenario que, tras ser desahuciados por la
imposibilidad de hacer frente al alquiler de la vivienda, estuvieron residiendo
discretamente durante dos días (con sus largas noches) al aire libre en el
parque San Francisco de Oviedo.
Por un lado, surgen unos cuantos interrogantes al respecto; por otro,
también algunas evidencias, como es la del crecimiento de una vulnerabilidad
social que envuelve cada día a más personas. Algo está fallando en el sistema
cuando, según datos manejados por diferentes organismos nacionales e
internacionales, la especie invasiva de la precariedad se establece y propaga
por nuestra geografía como si se tratara de su hábitat natural.