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No sé si es debido a
que soy algo corto de luces o a que voy circulando con las luces cortas, pero
no acabo de ver el sentido que tiene abonar un suplemento en la entrada a un
concierto de un cantante o grupo musical por la posibilidad de entrar en el camerino,
intercambiar unas palabras, obtener un autógrafo y hasta sacarse una fotografía
con los protagonistas del escenario. También es cierto que vengo de una época
en la que no se cobraba por estar durante unos minutos cerca de los artistas,
sino por saborear su trabajo en directo.
Sinceramente, creo que
lo tengo difícil para asimilar ciertas novedades, pues fui programado bajo
códigos distintos, y lo grave del tema es que no encuentro actualizaciones en
el mercado capaces de arreglar esto.
